Hollywood

Muere a los 104 años la multimillonaria más misteriosa de Nueva York

La multimillonaria y misteriosa Huguette Clark, heredera de una de las mayores fortunas de EEUU, falleció a los 104 años en un hospital de Nueva York donde ella misma se recluyó hace años, aunque el contacto con el mundo exterior ya lo había cortado hace ocho décadas.

"La muerte de la señora Clark es una triste noticia para todo el que la quiso y respetó a lo largo de los años. Murió como quiso, con dignidad y privacidad. Vamos a tratar de seguir respetando su deseo de privacidad", dijo su abogado Michael McKeon en un comunicado recogido hoy por medios estadounidenses.

Esta mujer, que se codeó entre la alta sociedad neoyorquina con prominentes familias del momento como los Rockefeller, los Astor y los Guggenheim, se casó a los 22 años y tras un breve matrimonio decidió encerrarse en una gran mansión de la Quinta Avenida de Manhattan con vistas a Central Park plagada de obras de arte.

Previamente había vivido en una mansión de 121 habitaciones construida por su padre y rodeada de obras de Donatello, Rubens y Degas, entre otros, recuerda hoy "The New York Times".

Durante las dos décadas que pasó recluida pese a no tener problemas graves de salud en el hospital neoyorquino donde falleció, la mujer vivió rodeada de muñecas antiguas y prácticamente nunca recibía visitas, informa "The Wall Street Journal".

La vida de esta rica heredera había pasado muy inadvertida hasta que el año pasado el canal MSNBC contó su historia y puso en duda si su fortuna, valorada en más de 500 millones de dólares (unos 360 millones de euros), estaba siendo bien gestionada por sus abogados.

La Fiscalía de Manhattan mantiene una investigación al respecto a petición de sus familiares, a los que Clark se negaba a recibir, según el "Daily News", que asegura que incluso estaba registrada en el hospital con un nombre falso.

El apartamento que Clark tenía en la Quinta Avenida era considerado el mayor de esa conocida calle y se suma a otra mansión valorada en 71 millones de euros que tenía en California y a una propiedad de 17 millones que poseía en Connecticut.

La misteriosa mujer -hija de uno de los "reyes del cobre"del siglo XIX y que llegó a ser el segundo hombre más rico de EEUU- jamás vivió en las viviendas que tenía fuera de Nueva York, según el "Daily News".

Clark se casó en 1928 con un hombre que procedía de una familia con cierto reconocimiento social, aunque "los artículos de cotilleo (de la época) comentaban que ella valía millones, mientras que él era un empleado de Wall Street que ganaba 30 dólares (21 euros) a la semana", apunta "The Wall Street Journal".

A los dos años se divorció y abandonó toda vida pública. Ahora, con su muerte y sin herederos, deja una fortuna de 500 millones de dólares.