Otro damnificado por las listas del PSOE acaba recolocado en la Junta

Esa disciplina ha sido fundamental para que acabe en la Junta después de enfrentarse –de forma muy tímida– a la dirección regional del partido durante el proceso de elección de candidatos a la capital cordobesa para las elecciones de mayo. Tras la negativa del exministro Moratinos, Blanco se postuló como sustituto e incluso cuando la dirección apostó por Juan Pablo Durán llegó a preguntarse por las primarias y comparó su situación con lo ocurrido en la Comunidad de Madrid. Con la designación final del secretario provincial del PSOE cordobés, el primer teniente de alcalde cerró el debate y ahora obtiene un nuevo destino.

No es la primera vez que la Junta utiliza este sistema para acallar posibles voces críticas dentro del PSOE. En Sevilla, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, quería que Alfonso Rodríguez Gómez de Celis fuera su sustituto –antes incluso de acabar la legislatura– y que liderara la candidatura socialista a las elecciones. Como el elegido fue Juan Espadas, Gómez de Celis fue promocionado a la Secretaría General de Vivienda.

Un caso parecido ocurrió en diciembre en Málaga. Rafael Fuentes dimitió como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento –el tercero– y acabó como delegado provincial de Hacienda y Administración Pública. La candidata oficial es María Gámez, que no contaba con él.
En Algeciras, otro conflicto del PSOE se arregló tras una reunión del Consejo de Gobierno. El alcalde de Algeciras, Tomás Herrera, quería repetir, pero la ejecutiva local apostó por Rafael España, que era el delegado del Gobierno en el Campo de Gibraltar. El 28 de septiembre, la Junta nombró a Herrera para el cargo de España, y éste encabezará la lista del PSOE en las municipales.

La justificación que ofreció la portavoz del Ejecutivo andaluz, Mar Moreno, para el nuevo cargo de Blanco al frente de la Agencia de Obra Pública fue la misma que en los demás casos: «Situar a personas de acreditada experiencia en lugares de gestión», dijo.

Los hechos dejan en evidencia unas palabras del presidente andaluz, José Antonio Griñán, pronunciadas el pasado domingo en el Comité Director del PSOE-A, en las que pidió que las listas municipales no se hicieran «para resolver los problemas del partido sino de los ciudadanos». Si en ese proceso alguien se siente agraviado, siempre estará la Junta de Andalucía para resolverlo.