Conflictos laborales

Una semana salvaje para el transporte

Una semana salvaje para el transporte
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El servicio se desarrolló con normalidad, al cien por cien. Ayer en los andenes del metro parecía un sábado normal. Sólo parecía porque es posible que mañana los empleados vuelvan a la huelga. A unos paros salvajes como los que que han dejado a los madrileños tirados toda la semana. Habrá que esperar a la votación en asamblea de trabajadores. Mientras, el presidente del Comité de Huelga apuraba ayer los minutos anteriores al partido de la Selección pegado al teléfono. Siguen pendientes de una llamada por parte de la dirección de Metro para empezar a negociar pero, de momento, el móvil de Antonio Asensio (CC OO) no ha sonado. La empresa ya les avisó de las condiciones para volver a sentarse. «Esperamos que desistan de la huelga para empezar a hablar», ha declarado estos días en varias ocasiones el consejero de Transportes de la Comunidad, José Ignacio Echeverría.A falta de una nueva cita para poner las cartas sobre la mesa, la actual huelga de los trabajadores de Metro se ha convertido ya en la más virulenta de su historia. Nunca se ha visto al representante de los trabajadores arengar a sus compañeros con un «Madrid revienta» (como hizo el destituído portavoz Vicente Rodríguez, del sindicato de conductores), y jamás los viajeros habían tenido que padecer una situación similar a la que se vivió en la capital el martes y el miércoles. Los dos millones de viajeros que cada día utilizan el metro se quedaron tirados ante la negativa de los sindicatos de cumplir los servicios mínimos. Consideran que la cifra que se les exige, el 50 por ciento de la actividad habitual, es excesiva a la hora de hacer huelga.De momento los paros ya han tenido su utilidad. Han unido a políticos de toda ideología contra las actitudes sindicales radicales. El último en mostrar su apoyo fue ayer el ministro de Interior. Rubalcaba se ofreció al Gobierno de la Comunidad para que el acuerdo con los trabajadores sea «una realidad». Para bien o para mal ya quedan menos de 24 horas para saber si la semana será otra vez salvaje.