Lugo
La Liga se juega en Asia
El motivo de este cambio horario, al domingo, está razonado en el intento de comercializar el fútbol español en el continente asiático
El pasado domingo, el ambiente en el Estadio Santiago Bernabéu era diferente. Doce de la mañana, sol otoñal, las gradas a rebosar y partido oficial de Liga contra el Osasuna. Todo era distinto, se percibía una sensación de abrir una nueva etapa en el fútbol español.
Esta misma historia se vivió hace años en la Premier inglesa cuando se empezó a jugar los domingos –hasta entonces vetados por el puritanismo victoriano– lo que significó un salto cualitativo en la que, sin duda, es la liga más competitiva y abierta del mundo. Aquello fue una revolución de unas dimensiones sociales y deportivas enormes. Creo que no es una exageración decir que esa misma revolución, algo más tarde, se ha comenzado a vivir este pasado domingo en el Bernabeu.
Lo de menos, ahora mismo es el resultado. Aunque es evidente que la goleada del Madrid al Osasuna –siete a uno– no es una anécdota; el motivo de esta columna es el análisis de lo que puede convertirse en un claro cambio de las actitudes sociales en la España del siglo XXI. El éxito del partido del domingo, sin puro y sin copa, a cambio de un copioso desayuno «british» para llegar con fuerzas a la grada; significa una transformación sociológica con más profundidad de lo que pueda parecer. Del puro al «brunch» hay un largo trecho y este domingo en Madrid se ha ejecutado con un gran éxito.
Es verdad que, el motivo inicial de este cambio horario está razonado en el intento de comercializar el fútbol español en el continente asiático. Un domingo cualquiera situar en las televisiones de China, Japón, Corea o Malasia un partido de la Liga española tiene que reportar a la fuerza jugosos dividendos. Demostrando, con rotundidad, que quizá las tradiciones estén en Europa pero el futuro pasa obligatoriamente por Asia. Ya no es suficiente que los goles de Ronaldo o de Messi se canten en un bar de Lugo, de Murcia o de Valladolid. Ahora también se tienen que corear en el continente del futuro.
Dicho lo cual, no todo acaba en la cuenta de resultados. El éxito este domingo en Madrid, nos tiene que servir para tomar nota. Puede ser el principio del cambio sustancial en la Liga española. Jugar un domingo por la mañana es un auténtico espectáculo. Como también debería ser, por ejemplo, hacerlo en fechas navideñas. El ejemplo de la Premier es muy claro. En Navidades, en época de vacaciones, se juegan varias jornadas y el éxito está asegurado. La afición responde de manera contundente.
Si de verdad queremos tener la mejor Liga del mundo, hay que dejar de pensar en la copa y en el puro. Y hay que encontrar los mejores momentos para que la afición responda. Quizá hay que dejar de jugar a las diez de la noche; y pasar a las matinales o a las jornadas intensivas en Navidad. No se trata de hacer caja. Simplemente es cuestión de afición.
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