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Francia enviará asesores militares a los rebeldes

La misión oficial francesa tendrá su base en Bengasi

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PARÍS-La creciente incertidumbre sobre el desenlace del conflicto libio, además de la dramática situación humanitaria sobre el terreno, han llevado al rebelde Consejo Nacional de Transición (CNT) a iniciar una gira en busca de auxilio. Francia, primer país en reconocer a este órgano como único interlocutor legítimo frente al Gobierno de Gadafi, y en promover una intervención militar aliada, no podía ayer volver la cara. Al grito de socorro del presidente de la rebelión libia, Mustafa Abdeljalil, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, respondió con un escueto «os vamos a ayudar».
Pero del encuentro mantenido en el Elíseo transcendieron pocos detalles. Salvo que el apoyo galo se traducirá en el envío a Bengasi, sede del CNT, de una misión de enlace compuesta por una decena de oficiales que, a diferencia de los comprometidos por Reino Unido e Italia, no tendrán por objetivo entrenar a las fuerzas insurgentes. La de París será una misión para «proteger a la población civil y mejorar la distribución de la ayuda humanitaria y médica», sin salirse del marco de la resolución 1973 de las Naciones Unidas, recalcó el portavoz del Gobierno galo, François Baroin, que descartó que su país tenga intención de solicitar un nuevo mandato al Consejo de Seguridad que amplíe los actuales cometidos. Sus hombres se limitarán a «prodigar consejos de carácter técnico, logísticos y operativos» matizó el ministerio de Exteriores.
A este respaldo podría también sumarse en los próximos días el de la Unión Europea, a través de una misión con fines humanitarios que aún no está del todo definida, aunque no sería demasiado amplia, y se limitaría a tareas de apoyo logístico y de seguridad, señalaron ayer fuentes comunitarias. Concretamente actuaría en puertos, aeropuertos y otros puntos de recepción y distribución de la ayuda, y llevaría a cabo «operaciones limitadas» de acompañamiento y apoyo de convoyes.
La ayuda francesa también consistirá en la intensificación de sus ataques aéreos contra el régimen de Muamar Gadafi como viene pidiendo en los últimos días la rebelión libia, incapaz de derrotar a los gubernamentales en Misrata, al este de Trípoli, donde la situación es especialmente catastrófica. Sin embargo, Francia no cuenta con enviar a sus hombres sobre el terreno, pese a la petición desesperada de algunos líderes insurgentes, que reclamaban el despliegue de la coalición para «acabar con la matanza». Una intervención terrestre excedería la actual resolución de la ONU, pero el ministro de Defensa galo, Gerard Languet, admitió ayer que la cuestión «merece una reflexión internacional».