Sevilla
OPINIÓN: Apunten Fuego
La falta de lecturas no sólo comporta un empobrecimiento de la vida interior de las personas, también se patentiza en síntoma externos como la conjugación precipitada de verbos como «fusilar». Así, este Alberto, acaso competente para perorar sobre el Betis en una taberna pero no para escrutar las intenciones homicidas del adversario. Si, como reza en su CV, es licenciado en Historia, habría de saber que el paredón como argumento político quedó amortizado hace un buen rato. Son los nervios de quien ya se ve en el incómodo palomar de la Casa Grande, donde sólo el equipo de Gobierno pisa moqueta. Ciertas pérdidas de papeles son más sintomáticas que cualquier encuesta: no se pone uno así desde el empate técnico. ¿Nostalgia anticipada del poder perdido? Tengo Moriña, tengo saudade, no votes a Zoido, por la gloria de tu madre.
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