España es uno de los pocos países de nuestro entorno, por no decir el único, donde se puede profanar una iglesia o capilla y no sucede nada. Un grupo de estudiantes maleducados entró en una capilla de la Complutense para burlarse de las creencias de sus compañeros. Como gran atributo a su heroica acción aseguraron ser gays y lesbianas. No entiendo la conexión. La realidad es que odian a la Iglesia. Me dan bastante pena. La Universidad no se merece estudiantes tan poco aplicados y sobre todo tan ignorantes. Hay que respetar a los demás y no ofenderlos. No serían capaces de hacer lo mismo en una mezquita. Por tanto, son unos bravucones que se caracterizan por su cobardía. El problema de fondo es que estamos ante otro síntoma de la intolerancia de un sector de la izquierda así como de la actitud complaciente de las autoridades universitarias. El rector Berzosa está instalado en la vida contemplativa. Cualquier día lo vemos con una brocha pintando consignas. Es asombroso que haya llegado a ser rector.