Objetivo: «Atraer a jóvenes blancos»

MADRID- La ideología nazi, con el odio por bandera a quienes piensan distinto de ellos, se resiste a ser una macabra pesadilla del pasado. Todavía hoy día hay quienes en Europa añoran el régimen de Hitler, y España no podía ser una excepción. El grupo «Blood and Honour» («Sangre y Honor») tiende sus redes por distintos países y sus miembros intentan regirse por unas normas más o menos comunes. Normas y reglas fijadas en su «Manual de Campaña», firmado bajo el nombre de Max Hammer. Un libro donde se relata desde cómo se debe proceder para la captación de los nuevos miembros del grupo neonazi hasta la forma en que se han de comportar en situaciones de riesgo o en sus ambientes habituales de trabajo, familia y relaciones sociales. Pero, sobre todo, es un programa que desprende un odio sin máscara hacia la democracia.Para que nadie tenga dudas sobre qué es y representa el grupo, el «Manual» lo deja muy claro desde el inicio: «El Nacionalsocialismo es la ideología del movimiento Nacional Revolucionario que "Blood and Honour"representa. Sobre esto no debe haber ninguna duda».

Y, verdaderamente, no parece que la haya.De esta premisa parte el propósito fundamental de la organización: «Atraer y activar a jóvenes blancos a través de la música RAC/WP –roc anticomunista/"poder blanco"– y a través de actividades culturales con pautas políticas nacionalsocialistas». Captación de jóvenes para, posteriormente, formarlos como «verdaderos soldados políticos».Y todo ello, englobado en los dos pilares que justifican, eso dicen, su existencia: derrumbar el «viejo orden gobernado por nuestros enemigos» y construir uno nuevo «basado en nuestros propios principios e ideas». Eso sí, «la triste verdad» es que han fallado en ambos objetivos.

Por fortuna para todos.Y es que su ideal es desterrar lo más posible todo lo que huela a democracia, a la que, prácticamente, vienen a comparar con el mismísimo diablo. Los «queridos hermanos y hermanas arias» parecen coincidir en ello.«No podemos vivir de una forma cómoda bajo la democracia... Una organización nacionalsocialista debe evitar el señuelo y la trampa de la democracia». Un sistema, el democrático, al que «no le invitamos ni damos la bienvenida, aunque tenemos que trabajar en su democracia junto a la tribu de gánsteres demoníacos».Pero, eso sí, mientras llega ese «nuevo orden» hay que utilizar todos los resortes del sistema democrático. Por este motivo, «Blood and Honour», que tiene como un objetivo central el ayudar a las organizaciones nacional-socialistas que surjan en los distintos países, aboga porque los partidos que asuman esa ideología se organicen «de forma tradicional y que puedan operar de forma legal». Es decir, intentar acabar con la democracia sirviéndose de ella misma.Los ideólogos de nuevos nazis europeos no dejan nada al azar, y por ello marcan las líneas gruesas en todos los órdenes, desde el pensamiento hasta el futuro, pasando por la organización, «violencia y terror» y «el activista».Así, se le concede un papel relevante a la propaganda, como medio de captación de nuevos adeptos a la causa e ideal nacionalsocialista. En ese apartado figuran utilizar los servicios de internet y conciertos, hojas impresas y periódicos y revistas, pese a que periodistas y editores «no son amigos del patriotismo y del Nacionalsocialismo».

«Judíos, no, sionistas»Por ello, cuidan hasta el lenguaje y aconsejan a sus miembros evitar la palabra «judío», y, en su lugar, utilizar la de «sionistas». «Éste es un término más aceptable y la descripción política es mejor», aunque el fondo parece que es el mismo.El apartado «violencia y terror» también pone los pelos de punta al leer algunas de sus frases en las «reflexiones» al respecto. Algunos ejemplos son significativos y suficientes para entender su filosofía. «El pacifismo es un sueño de tontos. La violencia es natural e indiscutible cuando uno es atacado. Entonces puedo decir que el ataque es la mejor defensa. Nadie puede negar que desde que Adolf Hitler dio su vida en el búnker de Berlín, los Nacionalistas y Blancos somos conscientes de que estamos a la defensiva». Pero, otra vez, también aquí intentan servirse de los resortes legales que les ofrecen las democracias europeas. «Algunas veces debemos actuar con violencia, en defensa, o repeler las represalias inevitables, pero debemos intentar aprovecharnos de esas posibilidades que nos dan las leyes actuales».Y de la familia, de las relaciones sociales, ¿qué dice el manual de los nuevos nazis. Pues, sencillamente, que hay que hacer apología de su pensamiento, intentar convencerles de que tienen el «antídoto para los desórdenes de la tierra». Por ello, se les pide que traten «con los demás camaradas, novias, familia, etc, hablar del trabajo, de lo que realizáis y de nuestros propósitos». Pero ésa es una tarea que exige estar lúcido. «Esto debe realizarse sin haber bebido, aunque sé que a muchos de vosotros os gusta primero beber y después hablar». Y, claro, en ese estado, sólo se puede convencer con medios muy distintos a la palabra y argumentos.

Entre dos y cinco añosEstas constituyen las ideas principales de los miembros de los «Blood and Honour», 19 de cuyos presuntos integrantes en España están siendo juzgados por la Audiencia de Madrid desde el pasado martes. Se enfrentan a penas de entre dos y cinco años de cárcel, por los delitos de asociación ilícita y tenencia ilícita de armas. En su labor de proselitismo, según el fiscal, se incluía a menores de edad, y, en todos los casos, se les incitaba al racismo.