Irina y Carbonero llevan la delantera

El Real Madrid renueva su delantera. Y no porque haya cambios de última hora en la alineación. Sara Carbonero, la novia oficial del equipo –con permiso de Irina Shayk–, ingresaba el pasado viernes 19 en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca para aumentar, al parecer discretamente, su pecho. En la clínica se niegan a hacer declaraciones. Ni siquiera han dado el nombre del cirujano artífice del cambio, pero las hipótesis apuntan hacia dos de los integrantes de su cuadro médico: el doctor Antonio Porcuna –anterior presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética y un experto en mamoplastias– y el doctor Iván Mañero. Este último es especialista además en cambio de sexo. Si es capaz de diseñar pechos sobre torsos masculinos, ¿qué no conseguirá sobre una talla 85 de base? El nombre quizá no se sepa nunca. Los que piensen que a Carbonero le han hecho precio a cambio de una foto con el nombre del centro están equivocados. La periodista ya se ha comenzado a quejar de la trascendencia mediática que ha adquirido su operación.

Son muchos los que no entienden el porqué ni el momento de este capricho estético. El pasado verano, cuando se publicaron las primeras imágenes en biquini de la joven –unas fotos que ponían el broche de oro al intenso marcaje de los paparazzi, que siguieron a la pareja por todo Estados Unidos–, los titulares se deshacían en elogios hacia su figura. La chica de Iker Casillas sabía que los editores gráficos explotarían al máximo el «zoom» para sacar primerísimos planos de su escote. No utilizó un dos piezas de cortina, ni un traje de baño entero. La presentadora llevaba un conjunto extra armado, con aros y rellenos, de esos capaces de improvisar canalillo en las anatomías más escurridas. En su cómoda, tampoco deben faltar piezas de lencería diseñadas para aumentar ópticamente el volumen de sus senos. Ya no va a necesitarlos: durante el próximo mes, y por prescripción médica, sólo podrá vestir un antiestético sujetador de corte deportivo.

El estreno oficial de las prótesis se produjo delante de las cámaras, aunque el próximo lunes, en el Camp Nou se convertirán en uno de los focos de atención. Eso sí, sólo habrán pasado diez días desde la intervención, y deberá contenerse en su asiento cuando su chico se lance para bloquear los disparos de Messi o Villa, y limitarse a sonreír. Todavía lleva una venda compresora y alzar los brazos es un movimiento prohibido en la recuperación de una operación de aumento de pecho.

Simulador virtual
 Hay quien duda de su presencia en el encuentro, pero como explica la doctora Teresa García, cirujano plástico y miembro del equipo del doctor Luis de la Cruz, de la Clínica de la Luz de Madrid,«las molestias que se producen después de una intervención de este estilo dependen fundamentalmente de dónde se haya colocado la prótesis. Cuando se implanta encima del músculo pectoral apenas hay molestias, salvo ligeros pinchazos en la zona de los drenajes, pero en el caso de la colocación submuscular, las molestias son mayores y éste suele tirar. Los primeros diez días después de la intervención, hay que evitar cualquier movimiento que conlleve un esfuerzo del músculo pectoral, como levantar los abrazos y coger peso», explica.

Algunos expertos aseguran que ha optado por unas prótesis excesivamente discretas. ¿Debería haber aprovechado el momento para hacerse con una talla mayor? Como señala la doctora García, «cada caso es individual, pero lo normal es escoger el tipo de prótesis y el tamaño después de haber medido la base de las mamas y el tórax. En el caso de esta paciente, las de 250 cc. serían las más adecuadas. Respecto al tipo de prótesis, hay que tener en cuenta que en el caso de las mujeres muy delgadas, a las que se les notan un poco las costillas, convendría utilizar las anatómicas, ya que son las únicas que no se notan», apunta. De todas formas, Carbonero ha jugado con ventaja: un simulador virtual que han incorporado a su muchas clínicas y que permite visualizar el resultado real de la intervención. En los últimos meses, y debido, según ella, al acoso mediático, la joven de 26 años ha adelgazado seis kilos, y el pecho es la zona del cuerpo junto con el rostro que antes acusa la pérdida de volumen. La intervención está justificada si lo que pretende es recuperar las sinuosas curvas que conquistaron al portero.

Escándalo «GQ»
Lo que no se explica muy bien es el momento elegido. Muchos lo tachan de «completamente inoportuno» a pocos días del gran derbi que enfrentará al Real Madrid y al Barcelona. Pero para esto también hay diferentes hipótesis. La más jugosa es la que asegura que la periodista quiere sentarse en la tribuna junto a la «top» Irina Shayk con la cabeza bien alta. Curiosamente, las chicas del Madrid están de rabiosa actualidad. El revuelo mediático levantado por los pechos de Sara coincide con otro, no menos candente, que ha protagonizado la modelo rusa, de 24 años, al acusar a la revista masculina «GQ» de haberla desnudado en la portada mediante photoshop. Ninguna editorial en su sano juicio osaría a hacer eso. Hay testigos que aseguran que posó de muy buena gana, y todo parece indicar que ha sido un ataque de celos de CR7 –o de su futura suegra, que ya reprendió a su hijo por salir con chicas que posaban desnudas–, lo que ha obligado a la modelo a recular.

Un suculento contrato publicitario también podría ser uno de los causantes de su supuesta indignación. Como explica Santiago Mollinedo, director general de Personality Media –agencia que mide el valor de una «celebrity»– «las marcas de lujo son las que mejores contratos le pueden ofrecer a Irina. Ella es una modelo internacional y aquí sólo la conoce un 20% de la población», afirma. El caso de Carbonero es diferente. «Su perfil se acerca más a un público joven que usa productos como Pantene –firma de la que es imagen– o alimentos saludables para cuidar la línea», explica Mollinedo. A la periodista deportiva la conoce casi un 90% de los españoles y «a no ser que protagonice un gran escándalo –que se la vincule con un jugador del Barça, por ejemplo– su buena imagen se mantiene, por muchas operaciones que se haga», concluye el experto.

Si las dos coindicen en el palco del Madrid, las cámaras les dedicarán más segundos de los necesarios. Sin embargo, las dos féminas tienen más en común de lo que se cree. La «top» se crió en una aldea de la estepa rusa; Carbonero en un pueblo de La Mancha. Las dos tienen la piel aceitunada, ojos verdes rasgados y felinos, piernas largas y delgadas, nariz de corte etrusco que da mejor de frente que de perfil y unos labios gruesos y sugerentes. Y ahora, también comparten contorno pectoral. Si a Irina se le ocurriera decirle a Sara «las tuyas no son naturales», la joven podría contestar altiva que su boca sí es suya y que la rusa se ha comprado la sonrisa a golpe de talonario.

Las nuevas «WAG»
Las dos eran alguien antes de convertirse en las novias del Madrid. Skayk había protagonizado tres campañas consecutivas de la firma de lencería Intimissimi, la campaña de verano de El Corte Inglés y había sido chica Women's Secret. Todo un curriculum para cualquier modelo. Sara Carbonero, por su parte, daba la cara a diario desde los estudios de Telecinco. A las dos les gusta leer. Eso sí, la rusa prefiere a Dostoievski –durante los descansos de la polémica producción devoraba páginas con avidez–, y la manchega, a Federico Moccia.

No son las únicas guapas oficiales. La figura de la «WAG» (acrónimo para Wifes And Girlfriends)del brazo de un futbolista, popularizada a partir de mediados de los noventa por los jugadores ingleses y, en nuestro país, por Figo yRaúl, y que explotó gracias a los estilismos de Victoria Beckham, se repite esta temporada en la plantilla del Madrid. El glamour del equipo subía varios puntos gracias a la última pareja de Mesut Özil, la explosiva Anna Maria Lagerbloom, las conquistas de Sergio Ramos (que cuenta en su palmarés con misses, actrices y «tops» nacionales), o las vistosas novias de Khedira y Marcelo. El lunes, mientras ellos atiendan a las últimas indicaciones de «Mou», ellas se mirarán al espejo dispuestas a dejar bien altos, y claros, los colores de su corazón.

¿Arrogancia o cercanía?
Convertirse en un prescriptor no es fácil, como explica Santiago Mollinedo, director general de Personality Media. «Para que una firma te contrate debes ser conocido, es decir, famoso», explica. Pero no sólo tienen que reconocerte por la calle, también es importante transmitir ciertos valores. «A Irina, el público la conoce como la novia de Cristiano, mientras que a Sara se la valora por su trabajo», añade. Sus parejas también componen su imagen. «CR7 transmite arrogancia, mientras que Casillas emite valores positivos y gusta hasta a los catalanes», comenta Mollinedo. Algo similar les ocurre a sus novias. Shayk es «espectacular, pero no cala entre la gente. Carbonero, por su parte, gusta mucho entre las jóvenes», concluye.

Madrid 3, Barça 2
No es el hipotético resultado del partido, sino la puntuación que obtendrían los dos equipos si se hiciera un concurso de belleza entre las parejas de sus jugadores. Hay dos tipos de futbolistas: los que se casan en la parroquia de su pueblo con la novia de toda la vida y los que han hecho carrera coleccionando chicas de portada. En el Barça es más común el primer caso. Villa, Messi e Iniesta pertenecerían a este grupo, y aunque las novias de Pujol y Victor Valdés pondrán el listón bien alto –las dos son modelos de prestigio–, la que sin duda levantará unos grados la temperatura del Camp Nou será la del último fichaje, Ibrahim Afellay, una holandesa llamada Dorien Rose que es la doble oficial de Angelina Jolie.