Estreno

Emilio Gutierrez Caba: «Lo que a mí me gusta son los trenes»

Emilio Gutiérrez Caba interpreta en «Gran Reserva» al malo malísimo Vicente Cortázar, un hombre sin escrúpulos que no duda en llevarse por delante a quien haga falta con tal de conseguir sus objetivos. Televisión Española estrenó el pasado jueves la segunda temporada de esta ficción que gira en torno al mundo del vino y a las intrigas y secretos de dos familias de bodegueros.

 
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–¿Emilio Cortázar continuará siendo tan malvado como en la anterior temporada o habrá un resquicio para los sentimientos?
– Seguirá siendo un ser deleznable. Él piensa que los demás son los que le deben algo, y que él no debe nada a nadie, y, por eso, en esta temporada continuará intrigando. Me recuerda a cierto gran empresario que últimamente sale mucho en televisión.

–¿A qué empresario se refiere?
–Sin intención de molestar a nadie, me ha venido uno a la cabeza, pero hay muchos empresarios así. En nuestra sociedad, hay familias Reverte, que tratan de ayudar, y familias Cortázar, que se aprovechan de los demás.

–Todavía les quedan por grabar dos episodios de esta segunda temporada, ¿se puede interpretar una serie sin saber hasta dónde llega el personaje?
–A veces, saber el final de la historia condiciona la interpretación. Tener un final abierto, sin saber qué va a apasar, no es malo. Los personajes evolucionan como sucede en la propia vida.

–¿Habrá una tercera temporada de «Gran Reserva»?
–No lo sé. Depende de muchas cosas y, entre ellas, de la audiencia.

–Pero la audiencia en la primera temporada fue muy buena. ¿Se ven ya como «Cuéntame cómo pasó», que lleva doce temporadas?.
–«Cuéntame» es un fenomeno excepcional.

–Bueno, doce a lo mejor son muchas, pero, ¿seis o siete?
–Si fuera joven, me cansaría, y, probablemente, no estaría más de dos temporadas. Pero cuando tienes una cierta edad contemplas las cosas desde otra perspectiva. Sin embargo, no me veo haciendo esta serie más de tres o cuatro temporadas. Con todo, he aprendido con los años que nunca se debe ser absolutamente radical, y, a lo mejor, dentro de cinco años sigo interpretando el personaje de Vicente Cortázar.

–¿Le piden consejo los actores jóvenes?
–Generalmente, coincido poco con ellos. El otro día me permití dar una indicación a uno porque a mí, en algún momento de mi vida, me hubiese gustado que me la hubieran dado.

–Esta temporada se incorporan a «Gran Reserva» nuevos actores jóvenes, ¿le ha llamado la atención alguno en especial de esta nueva hornada?
 –En televisión es difícil desarrollar grandes potenciales. Las escenas son cortas y rápidas. Si lo tuviera que comparar con el atletismo, diría que la televisión es una carrera de 100 metros, y a los actores hay que verlos en carreras de 5.000 y 10.000. Lo que está claro es que tienen una cara maravillosa y que ahora los jóvenes están más preparados que nunca.

–¿Le gusta el vino?
–Siempre me ha gustado hablar de vino, porque me parece algo muy pegado a la tierra, como el pan o el trigo. El mundo del vino es apasionante. Conozco a varios bodegueros y es gente entrañable.

–¿Es entonces un enólogo aficionado?
–Se podría decir que sí. Pero a mí lo que realmente me gustan son los trenes. Mi gran frustación es no haber hecho una serie de ferrocarriles.

–Está todavía a tiempo.
–Hace 15 años escribí una serie sobre los ferrocarriles del mundo, que constaba de 13 capítulos de una hora de duración, y se la presenté a TVE. Me dijeron que los ingleses ya hacían ese tipo de cosas, y que, por tanto, no hacía falta hacerla.


Perfil: Un maestro de la escena
La interpretación corre por las venas de Emilio Gutierréz Caba. No en vano forma parte de una de las sagas de actores más importantes de España. Es hijo de los actores Emilio Gutiérrez e Irene Caba Alba y sobrino de Julia Caba Alba. Sus hermanas Irene y Julia también se dedicaron a la interpretación. Debutó en 1963, aunque su primer papel importante le llegaría tres años más tarde en «Nueve cartas a Berta» (1966), de Basilio Martín Patino. Buena parte del cine y el teatro español contemporáneos no se podrían explicar sin este vallisoletano de 68 años de edad.