OPINIÓN: Censura en la uva

En la sociedad en la que vivimos de plenos derechos, donde uno de los que prima es la libertad de expresión, no puede permitirse que los medios de comunicación se encuentren censurados y amenazados desde las instituciones.

Esta censura se ha hecho presente estos días en la Universidad de Valladolid (UVA), dirigida desde el rectorado, buscando la «colaboración forzosa» de los medios.

El rector de la Universidad, Marcos Sacristán, quien durante la reunión que mantuvo con representantes del colectivo de estudiantes, que buscaban esclarecer y depurar responsabidades por la polémica del «Caso Bassi», se definió a sí mismo en numerosas ocasiones como un rector tolerante, que no podía apoyar la cancelación de actos, ya que él no podía permitirse ser censor.

Ahora es él quien promueve la actuación que tanto aborrecía, coartando la libetad de prensa, a través de «sutiles métodos de persuasión» a algún que otro medio, como al periódico LA RAZÓN, que por publicar una carta de indignación de una señora hacia el rectorado de la UVA, mostrando su malestar por la hiriente mofa realizada por Bassi en el Paraninfo de la UVA, ha suspendido con este periódico la única suscripción que mantenían con él desde la llegada del nuevo equipo rectoral.

Es escandaloso que en pleno siglo XXI y desde una institución de tan alto prestigio se lleven a cabo aberraciones como ésta, lo que hace plantear el futuro de los jóvenes estudiantes bajo dirección y mandato de un personaje intolerante, enemigo de la libertad de expresión y cuya palabra no tiene la menor credibilidad.