Roma

El primer viaje del Papa a Chripe está marcado por el entusiasmo

Pafos ha sido la primera ciudad chipriota que Benedicto XVI ha vistado en su viaje pastoral. En esta jornada ha celebrado una misa ecuménica.

Miles de personas acogieron hoy con gran entusiasmo al Papa Benedicto XVI en la localidad chipriota de Pafos, situada en una región de gran importancia histórica para la difusión del cristianismo. Benedicto XVI, tras ser recibido por el presidente de Chipre, Dimitris Christofias, bendijo un árbol de olivos, considerado un símbolo de la paz, un acto que repetirá, según el programa, el domingo antes de volver a Roma.Es la primera vez que un Papa visita esta isla del mar Mediterráneo, dividida entre una parte norte (ocupada por Turquía) y una parte griega en el sur.Católicos de todo el mundo se encuentran en Chipre estos días para ver a Benedicto XVI y participar -junto a los chipriotas- en una primera misa ecuménica en la iglesia de Agia Kiriaki Crisopolitissa de Pafos, una ciudad de unos 70.000 habitantes.Antes de la ceremonia religiosa, un pequeño grupo de manifestantes protestó ante la iglesia para expresar su rechazo a la visita del jefe de la Iglesia Católica a este país predominantemente cristiano ortodoxo.La semana pasada el obispo Athanasios, de la ciudad de Limassol, calificó la visita del Santo Padre como "herética".El obispo recibió de inmediato la respuesta de arzobispo Crhisostomos II, quien amenazó con la expulsión de los disidentes del Sínodo de la Iglesia de Chipre.Pafos, una ciudad de origen fenicio, recibió el cristianismo cuando estuvo San Pablo en Chipre en el 45 después de Cristo.La Iglesia Ortodoxa de Chipre es una de las iglesias independientes más antiguas del mundo, reconocida en el concilio de Efeso en el año 431, y reafirmada en Trullo, en 692.La Iglesia de Chipre ha mantenido desde entonces su independencia a pesar de varias invasiones y el protectorado británico.La influencia de la iglesia chipriota llegó a su punto máximo tras la independencia de la isla en 1960, cuando los chipriotas eligieron al arzobispo Makarios como primer presidente de la nueva república.