El endotelio guarda las claves de un futuro accidente vascular

Realizar el estudio funcional de todo el árbol vascular o buscar hasta 24 biomarcadores relacionados con la enfermedad cardiometabólica constituyen algunas de las actividades cotidianas de la Unidad de la Patología del Endotelio que funciona desde hace diez años en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. El centro madrileño se ha destacado siempre por apostar de forma decidida por la investigación y la innovación y un ejemplo muy evidente es la puesta en marcha, a raíz de la iniciativa del médico internista José Sabán, de esta unidad pionera en el campo de la medicina cardiometabólica preventiva, anticipativa y predictiva.

Hace una década, el especialista cordobés puso en marcha la Unidad de Endotelio en el centro hospitalario, un servicio novedoso entonces. El número de biomarcadores, fruto del trabajo de la bióloga molecular, Nuria de la Torre, sitúa al servicio en uno de los puntos de referencia a nivel mundial que se dedican a la investigación y prevención de la patología cardiovascular. Asimismo, está equipada con moderna tecnología no invasiva que permite un estudio completo. «Cambiar el paradigma de la medicina es complicado, ya que dar el paso hacia una medicina preventiva es importante. Hay que hacerse chequeos para no estar enfermos, no sólo cuando se está», puntualiza Sabán. En este sentido, predica con el ejemplo y en su unidad practican la predicción de enfermedades a través de diferentes aspectos genéticos, «también realizamos bioingeniería, un aspecto importante en nuestra rama», apunta.

Se trata de una unidad abierta que colabora desde hace una década con el Servicio de Cirugía Vascular, desde hace dos años con el servicio de Bioquímica de investigación (estudio Síndrome MONW, Metabolically Obese Normal Weight) y este año ha iniciado colaboraciones con otros servicios del hospital como Cardiología (enfermo coronario), Enfermedades infecciosas (enfermo VIH), Genética, Inmunología e incluso Dermatología para el estudio de la función endotelial en diferentes procesos de la piel incluido también el envejecimiento cutáneo.
También está abierta a colaborar con servicios de otros hospitales e incluso con centros de tecnología biomédica con mayoría de investigadores ingenieros. Tener en la unidad un bioingeniero cardiovascular como Martín Fabregate, facilita este tipo de acercamientos y colaboraciones con otras instituciones.