Gerona

Pero deben acatarla por José Antonio Vera

La Razón
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Lo bueno de nuestra Constitución es que da amparo incluso a los que no están de acuerdo con ella. Es su gran valor como garante de la democracia. A nadie se le obliga a comulgar con la Carta Magna, pero todo el mundo ha de saber que debe acatarla. Las leyes se critican, se denuncian, se apelan, se recurren, pero en tanto que existen han de ser obligatorias incluso para los que no están de acuerdo con ellas. Valga este exordio a propósito del hecho de que el alcalde de Gerona, de CiU, ha anunciado que no piensa celebrar el Día de la Constitución, y ante la también conocida rebeldía normativa de los diputados de Amaiur, que tampoco la celebrarán mañana.

El alcalde convergente es muy libre, en lo personal, de festejar o no la fiesta constitucional, aunque si en lo oficial vulnera la Ley impidiendo la celebración, habrá de responder en los tribunales a aquello que la Justicia le demande. De igual modo, los parlamentarios de Amaiur pueden decir que están en contra de la norma básica, pero en modo alguno burlarla. Quedan obligados por los mismos deberes que los restantes parlamentarios. El que decide entrar en el juego democrático sabe que ha de aceptar las reglas establecidas por el sistema. Es por eso que los de Amaiur van a ir a la audiencia con el Rey y acatarán las normas de las que públicamente reniegan. Lo contrario les dejaría fuera de las Cortes, sin derecho a ninguna de las compensaciones que tienen los diputados por el hecho de haber sido elegidos. De manera que, muy bien, aceptemos con total tolerancia las manifestaciones anticonstitucionales, como ampara la libertad de expresión, pero no la vulneración por parte de quienes están más obligados que nadie. Y si no, que caiga sobre ellos el peso de la Ley.