Ministerio de Justicia
Puente de plata
Agotada la vía de la recusación, da toda la impresión de que Garzón se adentra en un nuevo vericueto con la idea de ganar tiempo y ver cómo transcurren los acontecimientos en su derredor. Huyendo a La Haya en puente de plata se evita el oprobio público de la suspensión por supuesta prevaricación y siempre puede vender públicamente que desde allí seguirá persiguiendo los crímenes franquistas. En realidad este cargo, y otros parecidos, se lo habían ofrecido hace ya meses, si bien los rechazó seguramente por pensar que su fuerza sobrenatural le protegía de cualquier mal. Pobre cálculo, habida cuenta del devenir de los hechos. Aspiraba al Nobel y se habrá de conformar con una asesoría. Le pareció poco un puesto en el TPI y ahora será apenas un «consultor externo». No es mala solución, en cualquier caso, para quien acumula ya el triple baldón de la presunta irregularidad procesal.Después de haber sido juez y parte, diputado del PSOE, mitinero socialista, alto cargo de Felipe González y magistrado estrella, nuestra planetaria señoría se apresta a un nuevo universo de cámaras y fotos por esos mundos de África, América y demás continentes. Aquí paz y allí la gloria. Las falanges de la «zeja», contentas, el Poder Judicial se quita una losa y el Gobierno salva a su corregidor mimado tras poner en la calle al proetarra Usabiaga. Su último servicio.
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