El PSC se pone en marcha para designar candidato a Navarro

BARCELONA- Ninguna formación tiene tiempo que perder desde que Artur Mas anunció el martes la convocatoria de elecciones para el próximo 25 de noviembre. Pero nadie tiene más urgencia que el PSC, a quien el anticipo electoral ha cogido a pie cambiado, sin candidato y sin rumbo claro. Para poner orden en el desaguisado, los socialistas catalanes reunirán mañana a su ejecutiva y el domingo a su consejo nacional. Tras estas reuniones extraordinarias, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, bien podría ser escogido como candidato a las elecciones, a pesar de que figuras como Montserrat Tura y Àngel Ros han mostrado su disponibilidad para ser cabezas de cartel.

El avance electoral ha dinamitado la posibilidad de hacer elecciones primarias para escoger al candidato del partido, un proceso en que el PSC confiaba mucho para recuperar complicidades con la sociedad catalana. Ayer, Tura insistía en dar la batalla para poner en marcha unas primarias, pero Navarro se encargó de cerrar la puerta. «Con el tiempo que nos ha dado el señor Mas, será imposible celebrar este tipo de primarias», afirmó el líder socialista en declaraciones a Rac1.

Navarro está completamente determinado a convertirse en candidato a las elecciones, a pesar de que está optando por no anunciarlo todavía. Sin embargo, salvo mayúscula sorpresa, el alcalde de Terrassa será el número 1 de la lista del PSC, a pesar de los problemas que encierra su candidatura: poca notoriedad a pesa de llevar nueve meses como líder del partido.
Los socialistas catalanes aprovecharán la reunión de mañana para analizar el debate de política general y para comenzar a perfilar el discurso de unas elecciones que Mas ha planteado en clave de plebiscito. El PSC ha querido evitar formar un frente con el PP para cerrar el paso al soberanismo, aunque aspira a aglutinar al electorado que no se declara independentista.
Su comportamiento electoral en estos comicios es una incógnita, puesto que el congreso del PSC no ha servido para dar el impulso que el partido precisaba. La dirección de los socialistas catalanes sigue condenada a convivir con voces discordantes como Ernest Maragall, Àngel Ros y Joan Ignasi Elena (todos ellos representantes de la denominada ala catalanista).

El PSC confía en que su apuesta federalista para remodelar el Estado de las Autonomías sea atractiva para seducir a una buena parte de los catalanes que también se sienten españoles y rechazan la independencia.