Bilbao

Cristina García Rodero: «He andado mucho a gatas para hacer fotos»

Profesión: fotógrafa. Es la primera española que trabaja en Magnum.Nació: en 1949, en Puertollano.Por qué está aquí: expone su obra en el Círculo de Bellas Artes (Madrid) y prepara una gran exposición para el Guggenheim de Bilbao en 2012.

&nbsp
&nbsplarazon

–¿Cuál es ahora mismo la foto de España?
–Qué difícil. Quizá una foto que reflejara la confusión económica y política, una mezcla de la Bolsa y el Parlamento.

–Fotografió durante años la España oculta. ¿Queda algo oculto en España?
–Siempre queda algo por descubrir.

–Es la fotógrafa de los pueblos de España, de sus fiestas y ritos.
–Los pueblos han perdido intimidad y las fiestas se han masificado. Han perdido pureza.

–¿Ve la vida en blanco y negro?
–No, no, la veo en colores, me encanta vestir colores fuertes. Pero mis mejores fotos son en blanco y negro porque da distancia, misterio.

–¿Qué fondo elegiría para un retrato de Zapatero?
–Le pondría delante de un cielo lleno de nubes blancas.

–¿No le tienta seguir una campaña electoral?
–No. No me gusta la política ni el fútbol.

–Entonces, ¿de qué habla cuando se toma una caña con los amigos?
–Tomo pocas cañas, piso poco los bares. Hablo de otras cosas.

–Ahora muestra tres décadas de trabajo en el Círculo de Bellas Artes. ¿Qué piensa cuando ve junta toda esa obra?
–Pienso en lo que luché para fotografiar todo eso, en los viajes en tren, las malas posadas, el poco dinero, las nulas ventas. Gastaba y no ingresaba, pero vivía la gran apuesta por mí misma.

–Iba para pintora. Su primer maestro fue Antonio López. ¿Se parece su fotografía a la pintura de él?
–Cuando hago fotos no quiero que se parezcan a la pintura de nadie, ni a la mía.

–¿Cómo fue su transición del carrete a los megabytes?
–Creía que no iba a ser capaz de cambiar. Y lo fui. Pero no son las cámaras quienes hacen las fotos, sino el corazón y la inteligencia.

–Dice que ser bajita le ha beneficiado...
–Me obligó a estar siempre en primera fila para que nadie me tapara. Me he arrodillado mucho, he andado mucho a gatas para hacer fotos.

–Y llega el móvil: cada ciudadano es un fotógrafo...
–Eso va a cambiar la fotografía: siempre habrá un móvil, un testigo, allá donde no está la Prensa ni la televisión. Todo lo puede contar cualquiera.

–¿Le gustaría fotografiar el fin del mundo?
–No, en absoluto. No me gustaría nada estar ahí.

–Y para qué: luego no tendría dónde exponer la obra...