Asia

China

A la caza del bloguero

Cuando la libertad de prensa es un lujo

La Razón
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Aunque parece que China se lleva la palma en cuanto a la censura en internet, hay otros regímenes que ven la red como una amenaza a su hermetismo. El uso de las redes sociales fue clave para denunciar los abusos de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto en tiempo real, por lo que países como Libia y Siria se apresuraron a instruir a sus agentes para vigilar Facebok y Twitter, así como a aprender inglés o francés, idiomas «universales» en la web.


IRÁN
La osadía de los ciberdisidentes ha llegado a castigarse con la pena de muerte. En el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) «Enemigos de Internet 2011» denuncian por ejemplo que al bloguero Hossein Derakhsan le condenaron a 19 años y medio de cárcel. Uno de los métodos que utilizan es redireccionar las páginas opositoras o simplemente aquéllas que son más críticas a webs parecidas, pero con un contenido más pro Mahmud Ahmadineyad.


ARABIA SAUDÍ
Las autoridades saudíes reconocen que hay unas 400.000 webs censuradas. Las excusas en las que se escudan, que son «moralmente reprobables» o «contrarias a los valores del reino». Así, desde un ordenador saudí no se puede entrar en la página de noticias de Al Yazira. En cuanto al uso de Blackberry, la empresa canadiense firmó un contrato «especial» para poder operar en el país, ya que en estos dispositivos se puede acceder a cualquier web y los mensajes del chat son inaccesibles.


BIRMANIA
El régimen birmano está en el punto de mira de RSF como «enemigo de internet». Y es que según documentan la censura es brutal: el «firewall» redirecciona directamente a una intranet en la que no existen las críticas al Gobierno de Birmania. Las webs en las que se publican noticias internacionales tampoco tienen cabida en un portátil birmano. En ocasiones, pueden cortar el acceso a la red directamente. De momento, hay tres blogueros encarcelados.


VIETNAM
Con 18 cibernautas detenidos, Vietnam es otro país que censura y persigue a los disidentes 2.0. De hecho, es «la segunda cárcel» del mundo para internautas. Y es que no sólo persigue a los opositores, también a los usuarios de Facebook, en ocasiones les impide entrar en dicha web social. También organizan ciberataques a las webs con contenidos más abiertos: las saturan, a través de miles de visitas, para que terminen fuera de servicio. Sólo en 2010, 10.000 páginas sufrieron estos ataques.


SIRIA
El régimen de Bachar Al Asad ha aumentado el monitoreo a las redes sociales. Diversos disidentes y activistas utilizan el mundo 2.0 como lugar en el que poder denunciar las muertes injustas de los sirios que piden más libertades. Algunos han contado a LA RAZÓN cómo la Policía entra en su casa y pide «directamente que le abras tu Facebook». También buscan fotografías y vídeos en los móviles, motivos de cárcel.