Elecciones municipales

Todos a una, por Toni Bolaño

La Razón
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Los socialistas recibieron un fuerte castigo en las urnas el 22-M. Fue un duro correctivo. La constitución de los ayuntamientos fue todavía peor. Se hizo bueno el dicho de «a perro flaco, todo son pulgas». Todos dieron al traste con las escasas ilusiones de los socialistas. Todas las fuerzas políticas, aliadas todas a una como en Fuente Ovejuna, hicieron leña del árbol caído acentuando la debilidad socialista arrebatándoles un buen número de alcaldías. Izquierda Unida, PP, CiU, los de Rosa Díez, independientes, ecosocialistas catalanes, regionalistas... Todos han tenido un único objetivo: evidenciar la debilidad de los socialistas que todavía no se habían repuesto del revolcón dado por los electores. Izquierda Unida ha recuperado aquel «sorpasso» que Anguita teorizó. En la nueva versión, sólo Cayo Lara, el líder de la coalición, se ha quedado compuesto y sin novia. Nadie le ha tenido en cuenta. En el territorio, los suyos lo han tenido claro y han pactado con todos para dejar en fuera de juego a los socialistas. Iniciativa per Catalunya ha seguido sus pasos. En el principado, los ecosocialistas han pactado con CiU, incluso con el PP. El objetivo, dejar mermadas las huestes socialistas. Objetivo conseguido. Un buen número de alcaldías con mayoría socialista tendrán alcalde de otra formación. La desorientación socialista ha hecho el resto. Ahora se lamen las heridas y esperan que curen. Sin embargo, no está tan claro que puedan recuperar fuerzas para afrontar con garantías las próximas elecciones. Algunos plantearon una medicación de choque para recuperar impulso entre los militantes y en la calle. No tuvieron éxito. Ganaron los que preferían un tratamiento preventivo con el Doctor Rubalcaba al frente. Me temo que el enfermo irá a peor.