Sevilla

El peso es político en el Metropol

IU se debate entre mantenerse al margen o implicarse por «interés social» en un proyecto socialista cien por cien.

El peso es político en el Metropol
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El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, prefirió ayer guardar un prudente silencio ante la inminencia de un Pleno extraordinario convocado para escenificar el respaldo municipal al Metropol Parasol y cerrar filas alrededor de una actuación urbanística netamente socialista. Frente al contundente informe desfavorable del Consejo Consultivo de Andalucía, que considera injustificable que las «setas» vayan a costar 89,6 millones de euros cuando su presupuesto inicial era de 51,2 millones, para PSOE e Izquierda Unida pesa más el precio político de gobernar con una obra de tal envergadura paralizada por tiempo indefinido en pleno corazón del casco histórico y a menos de un año de las próximas elecciones municipales. El secretario del Ayuntamiento y los técnicos de Urbanismo están concluyendo sus informes jurídicos y económicos sobre el complejo arquitectónico, centrados en expresar en euros cuánto supondrá para las arcas municipales frenar los trabajos, resolver el contrato con la concesionaria Sacyr, convocar otro concurso público para adjudicar la finalización del proyecto y garantizar la seguridad en la Encarnación mientras se resuelve su futuro.Este complicado proceso implica necesariamente un gasto multimillonario que el alcalde y su equipo utilizarán para defender la continuidad de las obras en base al segundo proyecto modificado del Metropol, denostado por el Consultivo. No obstante, ese sobrecoste de 38,4 millones encaja en una iniciativa en la que el Ayuntamiento ya ha desembolsado 91,2 millones: el presupuesto inicial de la adjudicación más la subvención de 25 millones adelantada a Sacyr por las rentabilidades futuras, la subvención de 9 millones abonada a la anterior concesionaria y los 6 millones en obras de emergencia en la plaza.Pero, para Monteseirín, el principal valedor de las «setas» de la Encarnación ideadas por el alemán Jürgen Mayer, el precio realmente incalculable de mantener indefinidamente paralizadas las obras es político. El Metropol Parasol se convertiría en una prueba palpable –y de enormes dimensiones– de una gestión deficiente sobre la actuación «estrella» del alcalde saliente en su tercer mandato y, de paso, sería el blanco perfecto para el Partido Popular en su encarnizada lucha hacia el poder consistorial.IU también es consciente de que puede salir «tocada» políticamente, así que se prevén intensas conversaciones con el PSOE. El grupo municipal que lidera Antonio Rodrigo Torrijos decidirá entre mantenerse al margen del Metropol Parasol, recurriendo mañana a la abstención que utilizó en la aprobación municipal del segundo proyecto modificado –con la garantía de que saldría adelante con el voto de calidad del alcalde– o respaldar abiertamente la finalización de las obras, aferrándose al argumento del «interés social» que empleó en el último Pleno para justificar el sobrecoste de la ampliación de Fibes. Al Gobierno local se une la Federación de Comercios y Servicios del Centro (Alcentro), que considera inaceptable que el proyecto se paralice «después de 40 años esperando». Su presidente, Enrique Arias, exige que el Metropol termine «ya o ya» y, después, se depuren responsabilidades.