Cataluña

«Todos los regantes de España estamos de acuerdo en que hay agua de sobra»

«Todos los regantes de España estamos de acuerdo en que hay agua de sobra»
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En el Congreso Nacional de Federación de Regantes se realizó un manifiesto en contra de la política hídrica de Zapatero, pero luego en cada autonomía los Gobiernos defienden otra cosa. ¿Qué ocurre?

-En España los agricultores siempre han estado unidos. El Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001 fue modélico. El PHN no sólo era el trasvase del Ebro, había muchas obras previstas, donde más en Andalucía y en Aragón. Fue aprobado por el 80 por ciento de los miembros del Consejo del Agua. Sólo se trasvasaba el ocho por ciento de lo que se tira el mar. Tras las elecciones de 2004, Zapatero necesitaba apoyos y Cataluña le impuso que retirase el trasvase. Es la mejor solución y tarde o temprano se hará. Lo que no puede ser es que por política no llegue agua. Se ha empezado a enredar a la gente, a decir que se quiere robar el agua, que los trasvases impedirán el progreso… es un discurso muy fácil de vender.

-Entonces, usted habla con un regante catalán, otro manchego, otro aragonés, y todos están de acuerdo en que el PHN de 2001 era la mejor solución.

-Sí. Todos coincidiríamos en que en España sobra agua aunque no se puede regar todo lo que uno quiera. El Plan Nacional de Regadío establece la superficie permitida. El Estado da un caudal y una concesión. En Castilla- La Mancha si se demanda agua se puede hacer un trasvase, por ejemplo del Tajo medio.

 

-¿Están más tranquilos después de que se haya paralizado el Estatuto de Castilla La Mancha?-Es una consecuencia de la derogación del PHN. Antes nadie había puesto reservas hídricas en sus Estatutos, ahora podemos llegar a la situación de que el que tiene el pantano en su pueblo diga que esa agua es suya. Si seguimos así volveremos a los reinos de taifas. El Estado es quien debe dirigir las cuencas hidrográficas y asignar las demandas y los caudales.

-Hay quien dice que el conflicto se traslada al plan de cuenca del Júcar, que está en redacción.-Cada uno demanda todo lo que cree y más, pero la Comunitat es el 95 por ciento de la población y Albacete no puede dominar la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). A cada uno hay que asignarles las demandas que les corresponden. Lo que no puede ser es que en Castilla- La Mancha se hayan hecho más de 4.000 pozos ilegales. Si no son legales hay que cerrarlos y si no son zonas de regadío no las pueden convertir porque ellos quieran. La CHJ no ha controlado bien este aspecto. Los regantes valencianos cumplimos con nuestros deberes.

-La agricultura siempre ha sido un sector en crisis. ¿Cómo le está afectando la situación actual?-Hace 40 años funcionaba muy bien. Era minifundista y una familia podía vivir del campo con 60 hanegadas. Ahora le hacen falta 600. El agricultor debe unirse para concentrar la oferta. No puede ser que vayan 600 empresas a ofertar productos, que siguen valiendo lo mismo que hace 40 años, a la Unión Europea. Es necesario que se establezcan unos precios mínimos, cambiar las estructuras agrarias, las comerciales y las laborales y modernizar el regadío.

-Se habla mucho de la necesidad de crear tierras mancomunadas, ¿se ha puesto en marcha alguna?-Hace ya unos ocho años se sacó una ley para modernizar las estructuras agrarias mediante cultivos en común. Nosotros pedimos también la explotación. Deben formarse sociedades agrarias de transformación (SAT) de tal manera que cada uno mantenga su propiedad, pero que se exploten en común y se lleven adelante como una empresa con futuro. Hay una zona en Losa del Obispo de 6.000 hanegadas en la que se puede poner en marcha muy pronto. La agricultura minifundista no tiene futuro, si no se ponen en marcha los SAT la agricultura desaparecerá.

-¿En qué estado se encuentra la modernización de los regadíos?-En la Comunitat hay cultura de la escasez, y siempre se ha intentado que se pierda la mínima agua posible. Más del 75 por ciento se ha modernizado y los agricultores se han gastado muchísimo dinero. La Generalitat ha invertido en depuradoras, en la Comunitat se trata el 50 por ciento del agua de toda España, y hay una ley para que suba al 100 por ciento. Por ello, estamos en condiciones de pedir que se nos concedan todos los trasvases, el Tajo- Segura, el del Vinalopó y el del Ebro.

-¿El «boom» inmobiliario fue una amenaza o una oportunidad para los agricultores?-El agricultor ha seguido cultivando, pero a nadie le amarga un dulce. Los PAI eran muy golosos y si a alguien le daban diez millones por su terreno vendía. Muchos lo invertían en otros terrenos y se han hecho fincas grandes y modernas.

-Se habla mucho de que los regantes no quieren el agua desalada, ¿es cierto?-El agua desalada no puede ser nunca una alternativa a un trasvase. Es antiecológica, aunque la defiendan los que se llaman ecologistas. No hay mayor ecologista que un agricultor, porque cultiva la tierra. La salmuera produce problemas tanto si se entierra como si se envía al mar. Además, se requiere una gran cantidad de energía eléctrica. La desaladora de Almería está hecha para producir 40 hectómetros pero da cuatro porque nadie puede pagar lo que vale. La desalación sólo es una solución puntual.