Málaga
Compartes coche
El 58% de los españoles utiliza menos el coche por la crisis. El ahorro se impone entre los conductores que optan por compartir su vehículo con un extraño
Madrid- Seis de cada diez madrileños realizan el trayecto de casa al trabajo en coche solos, sin ningún acompañante. Un gasto que muchos españoles no se puede permitir, sobre todo desde hace un par de años. Llenar el depósito de gasolina no cuesta menos de 60 euros. La Federación de Usuarios y Consumidores Independiente (FUCI) ha calculado que el aumento del precio registrado en los últimos tres años ha encarecido un 57 por ciento el coste de cada viaje. En concreto, el aumento del precio del gasóleo ha sufrido una subida de ocho puntos respecto al año anterior, y el de la gasolina de un 4,7 por ciento. El presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, calificó de «inadmisibles» las constantes alzas del precio de los carburantes «porque suponen un esfuerzo económico extra para millones de familias» que ya están «ahogadas» por la coyuntura económica. La cifra de FUCI va en sintonía con el último estudio del Observatorio de la Movilidad de Europcar que apunta a que un 58 por ciento de los conductores admite que utiliza menos su vehículo por la crisis. De ahí que la imaginación trabaje a mayor velocidad.
Ofrecer tu coche a un extraño para compartir un trayecto –corto o largo– se está convirtiendo en la opción más rentable para trasladarse. Con este objetivo nació hace más de siete años la red internacional Comuto, que cuenta con más de un millón de usuarios en el mundo. En nuestro territorio tan sólo llevan dos años instalados y lo usan casi 100.000 personas. «Buscamos soluciones y conseguimos que conductores y viajeros puedan llegar a un acuerdo», explica Vicent Rosso, responsable de la empresa en España.
La fórmula es muy sencilla. Los conductores anuncian en internet el viaje que quieren hacer, la hora de salida y el trayecto. Después, la página web calcula lo que cuesta el viaje y se lo propone a los pasajeros, que son los que finalmente se apuntan a la oferta que más les interesa. Las condiciones pueden variar dependiendo de la duración de la travesía y el «okay» final se da por teléfono, cuando las dos partes se ponen en contacto. El 60 por ciento de los intercambios (dinero-viaje) que se realizan son para trayectos largos, de más de dos horas.
Lo que antes se hacía entre amigos o vecinos también se ha convertido en una vía de socialización. Además de su nombre y los detalles de sus viajes, cada conductor tiene en su perfil una puntuación: es la valoración de los pasajeros que han viajado con él. «La evaluación es una parte fundamental de esta iniciativa. Los intercambios de opiniones sobre cómo es el conductor, su trato con los demás o su forma de conducir nos sirve para tener referencias de los otros y para que la página sea más creíble», asegura Rosso.
Los gastos del viaje, que se dividen en fijos –la compra del coche, el mantenimiento o el seguro– y variables –la gasolina y los peajes–, se reparten entre los viajeros. Así, cuantos más sean, los costes serán menores. «De hecho si el conductor consigue completar todas las plazas, él no se hará cargo de ningún gasto», añaden desde Comauto. Y aunque sus responsables sí han notado el aumento de usuarios en momentos puntuales, como el incidente del volcán islandés que colapso el tráfico aéreo en Europa, o como consecuencia de las huelgas del transporte público, lo cierto es que con el paso del tiempo se incrementa el número de inter-nautas que solicitan el servicio habitualmente. Es más, desde que comenzó a subir el precio del petróleo en marzo de 2010, las ofertas crecieron un 150 por ciento.
No sólo las redes sociales y los foros de internautas colaboran a incrementar este método para ahorrar energía y reducir la contaminación, el «boca-oreja» es lo más habitual.
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