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Una ITV sólo para prótesis
Los cirujanos plásticos ultiman un registro de implantes para verano
MADRID- El pasado miércoles, el Consejo Interterritorial de Sanidad aprobó el Protocolo para la Explantación de las prótesis PIP. El protocolo para la sustitución de estas prótesis, creadas en 1991 en el sur de Francia, deberá ser aplicado por los profesionales y centros sanitarios con el objetivo de ofrecer las máximas garantías a las afectadas.
«Llevamos elaborándolo desde enero para armonizar el proceso que deben llevar todos los cirujanos plásticos», explica Gregorio García Bajo, secretario general de la Secpre (Sociedad Española de Cirugía plástica Reparadora y Estética) y uno de los responsables del reglamento. En la discusión previa a la elaboración del informe, se debatieron todas las posibles vías de reglamentación y aunque el consenso predominó en la mayoría del debate, en el punto de las revisiones y de su periodicidad para evaluar el estado de las prótesis, la unanimidad descendió: «Algunos apostábamos por las revisiones cada seis meses mientras que otros nos tachaban de alarmistas y optaban por la cita anual», afirma García Bajo. Al final, el documento deja demasiado abierta la vía. Se podrán efectuar con una horquilla de semanas hasta los dos años. El siguiente paso en el que está trabajando el comité de expertos es el ansiado registro de implantes: «Será pionero en toda Europa y lo tendremos en marcha antes del verano», confirma el cirujano.
Esperado visto bueno
La protección de la privacidad de las operadas es uno de los motivos del retraso de la base de datos de prótesis mamarias que se solicitó hace más de dos años. Como indica el portavoz del Secpre: «Sólo faltan algunos retoques y que la Agencia de Protección de Datos nos de el visto bueno». Gracias a este registro se podrá evitar el desconcierto que han generado las PIP, ya que se conocerá al instante el número de afectadas y la cantidad de implantes que se han colocado en el país. A los plásticos también se les obligará a ser más rigurosos con las notificaciones de rotura.
Mientras en España se trabajaba en la elaboración del protocolo y en el impulso de la base de datos, paralelamente, un comité de emergencia reunía a expertos de varios países de la UE para analizar «la seguridad de los implantes de silicona PIP», en el seno de la Comisión Europea. Una primera versión de sus pesquisas salió a la luz a principios de febrero. Uno de los científicos que integran esta comisión es Carlos Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Senología y Patologías Mamarias (Sespm).
Efectos contraproducentes
«Aún faltan numerosos análisis pero se puede afirmar que el gel de las PIP es más volátil que el que se usa habitualmente en medicina, pero los estudios que hemos realizado no determinan que sea cancerígeno ni tóxico. Lo que sí podemos determinar es que puede producir irritación», congirma Vázquez. Un dato importante que ha demostrado el estudio europeo es que no sólo tiene un índice de rotura superior al del resto de implantes, sino que «las PIP sudan», afirma el experto.
«Sus cápsulas son de peor calidad y producen exudación», añade. Esta confirmación concuerda con los testimonios de varias afectadas a Carmen Flores, portavoz del Defensor del Paciente: «Muchas me dicen que notan cómo se les van desinflando los pechos». Lo más preocupante es que estas trasnpiraciones no se suelen detectar con mamografías o ecografías, en casi todos los casos es necesario realizar una resonancia magnética para dar con la fuga.
El pasado 18 de febrero casi un centenar de mujeres se manifestaron frente al Parlamento británico para reclamar medidas eficaces ante el escándalo que ha desatado Jean-Claude Mas, el fabricante de los implantes PIP (Poly Implant Proyhèse). Es la primera marcha que se convoca en Europa pero como confirma Eva Giménez, portavoz de las afectadas españolas: «En menos de un mes haremos una en España. Las chicas están angustiadas no sólo por el desconcierto de qué hacer, algunas han tenido que pedir creditos o vender su coche para costearse la operación», explica Giménez sobre la realidad de las afectadas.
«Vendo mi coche por culpa de las PIP»
Alba es una de las españolas víctimas de las PIP. Vive en Granada. «He puesto mi coche a la venta para reconstruirme el pecho, pero, por ahora, nadie me lo compra», explica la joven de 33 años. Hace nueve días decidió explantarse el pecho. La operación le ha costado 2.000 euros, pero no ha podido costearse la reconstrucción: «Tengo el pecho como un tirachinas. He vuelto a mi talla 75, pero la implantación me costaba 3.000 euros más y no puedo permitírmelo». Su marido también está intentando vender su moto para ayudarla. Él no es el único esposo preocupado. Al Defensor del Paciente cada vez llaman más hombres preocupados por sus novias, hijas o esposas: «En la última semana hemos recibido más de 10 llamadas», dice su portavoz.
El mercado de la silicona se dispara
A pesar de polémicas como la de las prótesis PIP, la cirugía estética es un nuevo nicho de mercado, sobre todo para captar a ciertos países africanos con altas tasas de crecimiento. Portugal ha sabido coger el testigo y lo ha puesto de manifiesto en la Bolsa de Turismo de Lisboa, algo así como el Fitur luso. Mamoplastias, rinoplastias, liftings o lipoaspiraciones constituyen la base del folleto que se reparte en un «stand» de la feria, y cuyos servicios se dirigen fundamentalmente a Angola, país que ha crecido durante la última década a un ritmo de dos dígitos de media impulsado por su gran riqueza petrolífera. El proyecto nace de la alianza entre dos empresas, la Clínica Lusoespañola –entidad de capital portugués dirigida por el cirujano español Emilio Valls– y la agencia de viajes Vigemac, con el objetivo de crear un «paquete» conjunto para visitantes. «En Angola no existen centros de cirugía estética. El objetivo es que las personas que ahora se van a Brasil o a otros países para hacerse tratamientos, no tengan que hacer un viaje tan largo y puedan quedarse en Portugal», explicó un portavoz de la clínica. Angoleños de elevado poder adquisitivo son ya los principales clientes de las más lujosas tiendas del centro de Lisboa, que lucen los nombres de las grandes firmas de diseñadores internacionales. El capital africano está, asimismo, cada vez más presente en la que otrora fuera su potencia colonial, y se puede encontrar en los principales bancos y empresas del país. Ahora también en la silicona.
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