Asturias

Cocina clásica de altura

Una excelente materia prima presentada con un toque vanguardista hacen del restaurante Enrich Gastronómico un acierto seguro para disfrutar a la mesa 

Dos grandes ventanales y una decoración sencilla pero moderna crean un ambiente agradable y acogedor
Dos grandes ventanales y una decoración sencilla pero moderna crean un ambiente agradable y acogedorlarazon

Luminoso y acogedor son los dos adjetivos que mejor definen la nueva cara del restaurante Enrich Gastronómico. Basta con cruzar la puerta del local para que nos invada una agradable sensación de amplitud. Tras una completa remodelación, la gran novedad es la creación del Atelier d'Enrich, un espacio informal en el que podemos probar desde una ración para compartir hasta una porción de platos de degustación. Desde su barra se disfruta, además, de un verdadero «showcooking», gracias a la cocina abierta.

Si la primera impresión es más que buena, la segunda, una vez sentados a la mesa, tampoco se queda atrás. De la mano del chef Víctor Enriche, el restaurante se ha renovado con una filosofía más depurada, basada en los mejores productos de temporada y el uso de una técnica tradicional que acaricia lo moderno con cautela. Y eso se traduce en una explosión de color y de sabor en los platos que no deja indiferente a nadie.

Para abrir boca y compartir algo con el resto de comensales, nada mejor que las crudités, aunque el magrait de pato y foie, presentado en tataki y con salsas de Tamarindo y Wassaby, es una estupenda alternativa.

Si lo suyo son las delicias del mar, entre los platos fuertes de la carta merece la pena decantarse por la gamba roja del Mediterráneo, emplatada a baja temperatura y ahumada al momento, con lechuga de mar, hoja de ostra y vinagreta de jengibre y balsámico. Los carnívoros se chuparán los dedos con la generosa ración de cochinillo de Segovia, confitado a baja temperatura y presentado con patata a lo pobre, ajos morados de Pedroñeras y chutney de pera. El cabrito, de Denominación de Origen de Asturias, enrollado y confitado en aceite de especias, tampoco decepciona a los más sibaritas, más aún si se acompaña de una copa de buen vino tinto.

Para rematar la faena, la trufa de chocolate puro deja un delicioso sabor de boca, aunque el mojito también es un perfecto broche a tan rico festín, sobre todo si estamos en la terraza.

Tres opciones
Hasta que finalice el verano, el comensal tiene la difícil tarea de elegir entre tres menús de temporada. Cada uno de ellos se sirve por mesa completa. El menú selección, con un precio de 65 euros sin IVA, incluye vichissoise, bogavante azul, atún rojo del Estrecho, solomillo de buey y trufa. Para una ocasión especial nos espera el Gran Menú Enrich, por 110 euros sin IVA y con un sinfín de propuestas, mientras que el menú ejecutivo, servido sólo a mediodía, es la opción perfecta para los que busquen comer bien a diario.