Comunidad de Madrid
El editor el escritor y el actor
Es el inconveniente de recurrir a un actor para presentar un libro: se apodera sin complejos, y antes de que el autor se dé cuenta, de los personajes que engarzan una novela. José Sacritán aprovechó la presentación en Madrid de los Premios Planeta para meterse en la piel de Higinio Zamora, «fontanero, carterista» y uno de los protagonista de «Riña de gatos», de Eduardo Mendoza, ganador del galardón. No es la primera ocasión que el cómico encarna a un personaje del escritor barcelonés.
Y, por la confianza entre ambos, puede que tampoco sea la última ocasión. Lo llamó «fabulador solitario», porque «fábula» y «fabulador» no es lo mismo, y el mundo de las fábulas le suena a algo remoto, lejano, a cuento de zorros, tortugas y cigarras. Y alabó, con lenguaje tosco, popular, propio de ese papel, el ingenio del narrador y, sobre todo, el aval de sus conocimientos. «Sabe de todo lo que se le pida, de arte, de historia y de literatura», advertía a la audiencia que había asistido al Hotel Ritz, que es uno de los escenarios que aparecen en este libro.
Personaje desvalido
La interpretación de Sacristán fue la anécdota de una presentación presidida por José Manuel Lara Bosch, presidente del Grupo Planeta, y que contó con la presencia de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. Mendoza replicó al actor y explicó su presencia: «En su repertorio existen una clase de personajes desvalidos y sin más recursos que su propio ingenio, pero que tienen un fondo de verdad frente a otros que tienen más recursos y que están dotados materialmente, pero que, sin embargo, ocultan un fondo de mentira». Mendoza, en presencia de la finalista del premio, Carmen Amoraga –que contó con Vicente Molina Foix como presentador–, recordó con humor «que está muy bien ganar esto del Planeta» a pesar de ser un hombre hogareño. «Disfruto cuando estoy redactando en mi escritorio. Estas cosas me marean un poco, aunque es un mareo muy satisfactorio», matizó con ironía. El autor de «La verdad sobre el caso Savolta» comentó su «Riña de gatos» y su viaje al Madrid de 1936.
«Conozco muy bien esta ciudad. Está muy vinculada a mi vida íntima», señaló. El narrador trazó una rápida descripción de su nuevo título. « No es una novela sobre la Guerra Civil, pero sí es una novela de la Guerra Civil». Y adelantó algunos de los ingredientes: «Es una obra de intriga y espionaje en clave de humor, de historia y reflexión». Reconoció durante su intervención que «la Guerra Civil española se está convirtiendo en una abstracción», aunque su obra se desarrolla justo «antes de que se desencadene el drama de la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial». Su historia se ubica en una sociedad prebélica, agitada por los disturbios, donde un inglés, un especialista en arte, llega a Madrid para conocer a un noble que pretende deshacerse de su colección de cuadros, entre los que figura una obra apreciada de Velázquez. «Este pintor está muy presente en mi libro. Es muy adecuado, porque su pintura es melancólica», concluyó Eduardo Mendoza.
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