Mar de fondo entre Arenas y Griñán por los contactos tras el fin de ETA

SEVILLA- Pese a la unidad que escenificaron los tres partidos el jueves en el Parlamento con una declaración institucional tras el cese definitivo de la actividad armada de ETA, hay también mar de fondo en este terreno. Fuentes del PP aseguraron a LA RAZÓN que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, llamó el viernes 21 a Javier Arenas y le aseguró que era el momento propicio para hacer un pronunciamiento conjunto en relación a ETA. Según estas mismas fuentes, ambos dirigentes acordaron reunirse el martes 25 y, mientras tanto, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, y la consejera de Presidencia, Mar Moreno, avanzarían en la interlocución.
«Indignación»
Sin embargo, la titular de Presidencia telefoneó a Sanz el lunes y anuló el encuentro. Desde el PP muestran su «indignación» por dos motivos: primero, porque no fuera el presidente andaluz el que llamara a Arenas, ya que las conversaciones se iniciaron al más alto nivel. Y, segundo, porque ven detrás la posible mano de Rubalcaba, con el coincidió Griñán en un mitin el pasado domingo en Atarfe.
La versión del Ejecutivo andaluz es distinta. Fuentes consultadas por este periódico señalaron que el motivo de la llamada de Griñán el viernes 21, tanto a Arenas como al coordinador general de IU, Diego Valderas, fue por la decisión de devolver al Estado la gestión del Guadalquivir y que partió de Arenas acordar un pronunciamiento entre las dos principales fuerzas tras el anuncio del fin de la actividad de ETA.
Atendiendo a la versión del Ejecutivo andaluz, la «negativa» del Partido Popular a que IU formara también parte del acuerdo propició que las negociaciones se derivaran al seno del Parlamento. «No se anuló la reunión, sino que el cambio de planteamiento no dio lugar al encuentro», sostienen desde el Gobierno andaluz.