Literatura

Cataluña

Conspiración antitaurina

Salvador Boix, apoderado de José Tomás, resultó galardonado ayer con el premio de ensayo que entrega la editorial Temas de Hoy por su obra «Toros sí», en la que desvela las claves de la prohibición catalana y argumenta los valores de la Fiesta

La Razón
La RazónLa Razón

Es músico, amante del toreo y las letras. El catalán Salvador Boix, apoderado del mítico torero José Tomás, resultó premiado ayer por la obra «Toros sí», que se publicará el próximo día 22. Galardón Premio de Hoy 2011 a una defensa de la Fiesta, que «pretende ser altavoz tras la prohibición de los toros en Cataluña», según apuntó el protagonista al recoger el premio. Una obra muy meditada, escrita al calor de una baja obligada: mientras José Tomás se restablecía de la cornada brutal que sufrió en la plaza mexicana de Aguascalientes en el mes de abril del año pasado y que casi le cuesta la vida. «He tenido tiempo para reflexionar sobre este atropello a la razón». Con la satisfacción del galardón, habla intenso, ácido y sin escrúpulos para LA RAZÓN.

–¿Qué nos vamos a encontrar en su libro «Toros sí»?
–Una defensa de la tauromaquia con distintas voces, desde distintos puntos, pero para mostrar los valores de los toros.

–Ha dicho que el libro está dividido en dos partes y es reversible.
–Sí, así es. Hay una primera parte sobre el proceso de la prohibición, más política, más polémica, en la que intento destapar las claves que dieron con la prohibición el pasado verano. Es una crítica muy severa, que denuncia el argumentario animalista, que se ha caracterizado por su hipocresía.

–¿Y en la segunda?
–Es una defensa de la tauromaquia desde sus valores. El toreo como generador de emociones y un gran valor de la cultura.

–Para ello entra en juego el señor Villegas, pasados los 90 años. ¿Ficción?
–Sí, es un personaje inventado con un lenguaje muy peculiar y que el lector tendrá que poner de su parte para seguir el juego. Y al lado de esta voz aparece mi experiencia de aficionado, los recuerdos, las vivencias de mucha intensidad, con un registro muy distinto al que utiliza el señor Villegas.

–En la primera parte, la de la prohibición en el Parlamento catalán el pasado mes de julio, se pone sobre la mesa una trama nacionalista que sitúa muchos años antes.
–Esto ha sido un plan trazado desde el año 1988 y auspiciado por los gobiernos nacionalistas que han ostentado el poder hasta ahora. No meticulosamente, pero sí aceptado también por los medios de comunicación, donde no hemos tenido cabida los taurinos.

–¿En la ILP se encontraron el conducto perfecto?
–En la ILP se encontró la manera de hacerse realidad y materializarse de una manera democrática. Han roto el nexo de unión cultural entre Cataluña y el resto de España. Es un ataque simbólico pero brutal por lo que significa.

–Casi al mismo tiempo que se prohíben los toros se blindan los correbous y meses después se aprueba la caza de los jabalíes con arco. ¿Cómo se siente un taurino en esta tesitura?
–El cinismo político demostrado no tiene precedentes en la historia de la democracia. Los argumentos para blindar los correbous arruinan los planteamientos éticos para prohibir los toros. Todo esto ha sido una pantomima, de principio a fin, así ha quedado demostrado.

–En la entrega del premio, la escritora Nativel Preciado admitió sentirse «animalista» y estar en contra de la prohibición tras la lectura de su obra.
–Eso es lo mejor que me puede pasar con este libro. La finalidad es romper una lanza por la tauromaquia, cantar las excelencias que alberga. A través de los toros se puede aprender mucho de la forma de vivir y de nuestra relación con los animales.

–En cambio, ¿cree que existe esa necesidad de desligarse de los toros ante la duda?
–Sí, es una realidad. Al final vamos a tener que pensar que el pollo sale de la nevera y nadie lo mata. Y ocultar todo lo que tiene que ver con la muerte y la sangre. No sé, que los animales que nos comemos son mentira... Y es la verdad... Pero el pensamiento se contamina mucho y no hay que pedir disculpas.

–En este debate, ¿se sitúa al antitaurino como «animalista» y al aficionado como «maltratador»?
–Ya está bien que uno vaya a una plaza de toros y se le insulte llamándole asesino, o maltratador o griten «toreros muertos»... Entiendo que el país es libre, pero fíjate que los toreros son personajes ejemplares en comportamiento. El toreo nos habla de ética, de convicciones, de respeto al contrario. De compromiso vital y artístico. Y ya está bien de que te llamen maltratador, tenemos derecho a existir.

–En la entrega del premio decía que no quería renunciar ni a su padre ni a su abuelo por la afición a los toros que heredó.
–Quieren hacernos creer que es inmoral y no me va a dar lecciones de moralidad ningún parlamentario. Quizá debería tomarlas algún político.

–¿Qué papel juega el toro, como animal en sí, en la Fiesta?
–Es un animal sagrado, pero en esta sociedad lo sagrado tiene poca cabida. Prima lo frívolo y resulta difícil que una cosa y la otra encajen.

–¿Cómo ha vivido la prohibición siendo catalán?
–Es un trago que no vamos a digerir tan fácilmente. Está siendo muy duro. A veces me enfado demasiado y tengo que pedir disculpas, pero se han apoderado de tu cultura, de tu pasado, tus recuerdos. Nos han atropellado. ¿Me van a contar cómo es ser catalán? Respeto las decisiones del Parlament, las acato.

–¿Qué parte hay en «Toros sí» de sus experiencias como apoderado al lado de José Tomás?
–Hay partes importantes. Esclarece vivir los toros a través de un hombre que vive el toreo con tanta pureza. Todo es mucho más comprensible. José Tomás ha sido un referente de siempre, ya de antes, y muchas cosas de las que cuento vienen de vivirlas a través de él, de cerca.

–La épica y la ética tienen en José Tomás elevada expresión.
–Es la combinación de la épica, la ética, la estética, la artesanía y el arte al servicio de la emoción. Hay toreros que la encarnan más o menos, o en mayor proporción. Cuando todo se encarna en un solo personaje es la culminación del toreo. Y vivirlo de cerca es un privilegio.

–¿Cómo es vivir a José Tomás así?
–Edificante, sugerente, ejemplar, divertido... Y para el aficionado, lo más.

–Las últimas noticias de él dicen que ya ha vuelto a torear en el campo, después de diez meses de la grave cogida que sufrió en Aguascalientes (México). ¿Le ha visto?
–Sí, claro.

–¿Y?
–Las cosas están yendo bien, y es un paso muy importante.

–¿Cuándo le veremos los demás?
–Las sensaciones son buenas, pero el proceso es lento, no ha terminado.

–Músico, apoderado de José Tomás y premiado por una obra que todavía no ha visto la luz.
–Está muy bien, aunque lo mejor sigue siendo el cariño de tu familia, de tu gente.


«Soy aficionado y ecologista»
Salvador Boix. Concreto y directo. Ha ganado el Premio de Hoy, galardonado con 60.000 euros, con un ensayo sin máscaras. «Prohibir los toros es un atropello». De figura fina, tez curtida, palabras claras y porte de hombre franco, sincero y educado, habla de los «verdaderos motivos», de los nombres de los que se han erigido en protagonistas de esta causa, de la «hipocresía de los animalistas». «Junto a los políticos han perpetrado este ataque, que es un sesgo para separar España de Cataluña por encima de las personas y de la tauromaquia». No admite que otros se arroguen derechos que nadie les ha otorgado. «Yo también soy ecologista». Y que nadie le venga a dar lecciones. «Y mucho menos esos ecologistas doctrinarios». Lo suyo es una defensa razonada, desde las palabras y la tradición, y por encima de las cuchillas afiladas de las ideologías. «En el mundo del toro hay toda clase de personas. De derechas y de izquierdas. No voy a renunciar a mi padre, ni a mi abuelo. La tauromaquia es de muchos y nosotros también hemos tenido familias en el exilio. Nos han intentado tachar de sanguinarios y de tener una moral infame». Y no lo piensa admitir. Reconoce que, lo que se ha hecho en democracia, lo respeta. Por una propuesta se prohibieron los toros en Cataluña. Por otra, los taurinos los quiere ver declarados Bien Cultural en toda España por el Congreso. Si logran lo que pretenden, sólo habrá que ver si los demás también tienen ese temple democrático.



«Toros sí»
Salvador Boix
Temas de hoy
256 páginas. 19 euros.