«Risorgimento» verdiano

El Festival Mozart coruñés diversifica cada vez más sus inquietudes. En esta ocasión ha querido celebrar los 150 años de la unificación italiana con una gala de ópera que, con el entrañable título de «Caro Verdi», agrupaba fragmentos de varias de las obras más populares del compositor con otras menos conocidas pero de indiscutible aliento patriótico como «La Bataglia di Legnano». José Bros, cuya voz se encuentra en plena expansión –como pudimos apreciar en su reciente «Werther» madrileño–, salió al escenario en plan desafiante con «Il Corsaro», y demostró que puede servir muy bien en la actualidad los papeles más líricos del autor, como los protagonistas de «Luisa Miller», «Don Carlo» o «Un ballo in maschera», gracias a su elegante estilo y su efusión en el fraseo.

La soprano albanesa Ermonela Jaho exhibió un timbre muy seductor, exquisito cuidado en el fraseo y una bella manera de controlar el sonido. Tiene muy trabajado el personaje de Violetta, lo que le permitió lucirse tanto en la difícil aria del primer acto de «La Traviata» como en unos dúos cargados de expresividad, así como en las comprometidas páginas de «I Masnadieri» o «I Vespri Siciliani». Giovanni Meoni sigue la tradición de los barítonos italianos por la nobleza de su canto, que brilló en la negrura de acentos de «Otello» como en la humanidad de Germont, cuyo modélico «Di Provenza» fue justamente aclamado. El maestro Pietro Rizzo, muy vinculado a la Joven Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigió en esta ocasión a la orquesta adulta, permitiéndole brillar en las páginas sinfónicas, aunque en el resto no se limitó a acompañar, sino que supo dar a cada instante su adecuado sentido dramático y musical. En suma, un magnífico concierto, a la gloria del máximo cantor del «Risorgimento».