Pensiones
Preparando el terreno por Carlos Rodríguez Braun
No está claro aún si habrá rescate, pero las negociaciones con las autoridades europeas, particularmente después de las declaraciones de Draghi, son algo esperable. Como apuntó un diario: «Al igual que quien acude al banco a pedir un crédito debe concretar antes su letra pequeña, Rajoy hace bien en reclamar, negro sobre blanco, qué se le reclama y en qué condiciones». Así, Barbie no pide pero prepara el terreno por si debe hacerlo. La situación es un tira y afloja político en donde el Gobierno tiene las de ganar. Obviamente, si no hay petición formal de rescate, Barbie se presentará como la mamá de Tarzán. Si lo hay, lo crucial no va a ser tanto la humillación de solicitarlo sino el poder trasladar fuera del Gobierno la responsabilidad de «tener» que subir aún más los impuestos más visibles y castigar aún más a los contribuyentes de lo que han sufrido hasta hoy, que ha sido mucho. De momento, el Gobierno está jugando a ser el caballero andante defensor de Dulcineas frágiles. De ahí el propósito de Barbie: no tocaré pensiones ni pagos de la deuda. Lo segundo no puede hacerlo, o se expone a no colocar sus papelitos. Y lo primero es vaporoso, porque puede congelarlas sin reducirlas, o adelantar el adelanto de la edad de jubilación, o usar el fondo de reserva, y porque en el peor de los casos puede alegar, como hizo en el pasado, que los mayores impuestos son para pagar las pensiones.
¿Quién será el desalmado que osará protestar? La alternativa más probable, la de una variante blanda de rescate, también es buena para el Gobierno, que se presentará como el «no rescatado», y a cambio del uso del sobrante del rescate bancario, o de otro enjuague, aceptará alguna condición (como la subida de impuestos menos visibles como el tabaco y los combustibles), con lo que los federales europeos también salvarán la cara. La bolsa y la prima, de momento bien, gracias.
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