El ejemplo Aguirre

MADRID- Una demostración de fuerza y cohesión. Esa es la imagen que trasladó ayer el PP de Madrid en la convención que durante todo el fin de semana tendrá lugar en el hotel Auditorium. Los populares sacaron músculo y presumieron de la sintonía de los de Fuenteovejuna –que iban «todos a una»– en un momento en el que la cohesión brilla por su ausencia en su rival: un PSM partido por la mitad tras el proceso de primarias.
Precisamente, de ese desgaste de los socialistas en Madrid, el PP supo hacer ayer una gran trinchera, consciente del «duro» trabajo que queda por delante hasta las elecciones regionales y municipales del año que viene. «El 22 de mayo de 2011 es una fecha fundamental, no sólo para Aguirre y Gallardón, sino para que Rajoy llegue a La Moncloa y acabe con esta locura», así resumía los objetivos de los próximos siete meses el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados. Por ello, ayer Esperanza Aguirre, acompañada por María Dolores de Cospedal, Alberto Ruiz-Gallardón, Esteban González Pons y Mayor Oreja (entre otros altos dirigentes del partido) hizo piña y puso el 22-M en el punto de mira de todo el partido, no sólo del de Madrid. Los populares buscan además que el cónclave sirva para recoger propuestas para redactar el programa electoral con el que lucharán, dentro de siete meses, para mantener la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, y, dentro de dos años, para intentar llegar a La Moncloa. Un ideario, por tanto, que no quieren que nazca para quedarse restringido al ámbito regional y que aspiran a que se convierta en la «hoja de ruta» de la estrategia nacional del partido. Y es que, tal y como aseguró ayer Cospedal «el modelo que ha patentado el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad es el que el PP nacional usará como base para extenderlo por el resto del país cuando gobierne».