Conciertos

Martirio: «Puedo ser una dama pero también una mari»

Prosigue su gira «25 años en directo» y recala en El Escorial

Martirio, el personaje que «ocultaba las melodías»
Martirio, el personaje que «ocultaba las melodías»larazon

Martirio se queja tanto como casi todos los músicos por esos estados carenciales que sufre la industria discográfica desde hace tiempo, pero ella lo hace con mucha más gracia que nadie. Además, su lamento no es análogico, sino digital: no entiende por qué sólo están disponibles 7 de los 11 álbumes que ha editado en iTunes ni en Spotify. Martirio en el escenario, Maribel cuando se quita las gafas, la peineta y demás avalorios, ha disfrutado del anonimato, pero también le ha faltado cara a cara con su público, que ahora suple con las redes sociales. Por eso explica que sus conciertos estén cada vez más llenos de jóvenes que saben ver más allá de las gafas y la peineta.

-Continúa con la gira «25 años en directo» desde 2009 por petición popular, a este paso se le va a juntar con la de los 30...
-Y lo que queda, porque no se trata únicamente de celebrar el aniversario, sino de hacer una antología, y la grabamos en directo en 2009. Cada concierto supone pasar no sólo por mis distintos trabajos de estudio, sino por músicas diferentes y múltiples estados de ánimo: hay una reivindicación de la mujer urbana, ayudo al espectador si está dolorido, comparto muchos recuerdos, hay sevillanas y otras cosas simpáticas, copla con jazz, tango, flamenco...

-Más allá de lo vocal, si algo ha conseguido usted es que Martirio, como personaje, se haya renovado y siempre esté de actualidad.
-Eso es maravilloso porque, aunque he tenido mucha gente que me ha ayudado muchísimo con el estilismo, siempre he marcado la pauta. Me encanta vestir mi voz. Al elegirlo yo es completamente coherente con mi personalidad real, y creo que por eso no se ve nada impostado en el escenario.

-Con el tiempo, ¿cree que la persona ha ganado terreno al personaje?
-La música lo ha hecho. El pelotazo visual era tan fuerte a veces que el personaje ocultaba las melodías. Ya casi toda la gente me escucha cantar.

-Hablando de personajes, algunos de sus temas, como «Las mil calorías», son auténticos ejemplos de actuación dramática en cuatro minutos...
-Es fundamental para mí, actúo mis canciones. Ensayo los temas con mis músicos, pero nunca mis movimientos, ni cómo voy a mover el abanico y jamás he tenido un director artístico. Es completamente intuitivo.

-En esa canción y en otras, como «Las sevillanas de los bloques», ha querido dar voz a mujeres muy alejadas de una vida de artista como la suya.
-Soy muy poliédrica. Puedo ser una dama, pero también una mari. Conozco los palacios y las cabañas, pues he sido auxiliar de clínica, ama de casa, poeta. Lo que más me gusta es comprender al ser humano. Hay vocación de psicóloga en mí.

-Uno de sus afanes ha sido quitarle todos los complejos a la copla, ¿se siente satisfecha en ese terreno?
-Aunque mi mejor disco, «Coplas de madrugada», que fue un exitazo a la hora de abrirme puertas, está descatalogado, no hay quien lo encuentre en una tienda. Pero me siento satisfecha de que la gente emergente me nombre, porque me costó numerosas críticas, incomprensión, lágrimas, incluso tener que trabajar en un concurso para lograrlo. La satisfacción es que ahora muchos artistas tan distintos como Plácido Domingo o La Shica se acercan al género sin complejos, que el programa de copla de Canal Sur tiene una audiencia bestial; en definitiva, que la gente ha aceptado ese repertorio nuestro como un tesoro.


Dónde: Coliseo Carlos III, San Lorenzo de El Escorial, Madrid.
Cuándo: 5 y 6 de marzo.
Cuánto: 10 euros.