Cataluña

Rescates por José María Aznar Botella

La Razón
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Yo no esperaría mucho de la próxima cumbre de la Unión Europea. Esta semana han pasado varias cosas curiosas: el FMI ha dicho que ni por el forro España va a cumplir sus objetivos de déficit, Standard & Poor's ha rebajado el rating de España a la frontera del bono basura y los alemanes se han hartado de decir que somos unos fenómenos y que de ninguna manera necesitamos un rescate. Así, resulta obvio que Alemania no quiere que España pida un rescate. Parece que Merkel no quiere acudir a su parlamento cada cinco minutos, quiere agrupar los distintos rescates y aprobarlos de una tacada. Se habla de Grecia, Chipre y España y a mí me dan escalofríos. Si ésta es la alternativa, hay que esperar y meterse como sea en el paquete de Italia, que tiene sus propios problemas. Como siempre la decisión del Gobierno es dificilísima; el acceso de España a los mercados ha mejorado por la expectativa de un rescate y el coste de esperar puede ser grande. Habrá que confiar en que nuestro Gobierno ejercite tan buen juicio como en el rescate de los niños catalanes. En Cataluña sólo los niños que acuden a colegios privados pueden elegir el español como lengua vehicular para su educación. Dado que en la escuela pública catalana sólo se ofrece el catalán como lengua vehicular, el Gobierno de la nación ha decidido extender el privilegio de elegir a todos los niños de Cataluña. No obliga a nadie, simplemente da derecho a los padres a decidir en cuál de las dos lenguas oficiales quieren educar a sus hijos. Al PSOE le parece escandaloso garantizar que un niño español pueda ser educado en español en España, y ni más ni menos que ha pedido la dimisión del ministro Wert. A mí en cambio esto me hace recordar por qué soy del Partido Popular.