Barcelona

Marta Torné: «Si está desesperado haga el amor»

Profesión: actriz.Nació: en 1978, en Barcelona.Por qué está aquí: estrena hoy la comedia «Más allá del puente», junto a Santi Millán, en el teatro Lara (Madrid).

 
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–¿Ha pensado alguna vez en tirarse desde un puente?
–Nunca. Soy demasiado cobarde para hacer algo así. Antes haría lo del avestruz: esconder la cabeza en la tierra o mirar para otro lado.

–¿Qué cree que le podría llevar a una situación así?
–Una tragedia familiar absoluta, o sea, que todos murieran en un accidente o algo así. No por amor, no por dinero.

–En la obra, usted y Santi Millán se conocen cuando van a suicidarse. Eso une mucho, ¿verdad?
–Sí, crea un lazo estrecho e inmediato. Es una comunión de almas.

–Y en vez de lanzarse al vacío, deciden...
–Hacer el amor. Moraleja: si está desesperado, haga el amor.

–Junto a la tragedia, la comedia. Como en la vida misma, ¿no?
–Sí, se pasa con facilidad de la risa al llanto. Yo no voy a los velatorios porque se me escapa la risa.

–Tiene 32 años, pero no los aparenta. ¿Le ayuda ese aire aniñado...?
–Soy niña por dentro y por fuera. Y mientras me den papeles buenos para pagar la hipoteca, pues tan ricamente.

–¿Fue mileurista antes que presentadora de televisión?
–Sí, y mucho menos. Trabajé en una fábrica de piezas de plástico y me pagaban menos de mil euros.

–¿Qué la salvó de pertenecer a la llamada generación perdida?
–Las ganas de currar: me fastidiaba pedir dinero a mis padres.

–En el fondo, «Más allá del puente» es una comedia de amor. Dice Woody Allen que el amor es un trastorno mental transitorio...
–Sí, y Sabina asegura que es la única enfermedad que no tiene vacuna y que no te mata. Los dos tienen razón.

–Afirma Sharon Stone: «Las mujeres fingimos orgasmos, pero los hombres fingen una relación entera».
–Gran frase, me la apunto. Yo no finjo nada, soy muy mala para fingir.

–Y Lola Herrera dice que sólo se valora lo joven, lo terso y lo operado...
–No es verdad. Si fuera así, ella no tendría el éxito que tiene en la madurez.

–Premios por su trabajo en «El internado», películas, teatro, imagen de un perfume... ¿Qué le falta?
–No me quiero quejar, no sea que me cambie la suerte. Fíjese: no juego a la lotería por eso mismo. No hay que pedir demasiado a la vida.

–Y encima pedirle a Botín es inútil...