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La agenda de Guerrero avala el hilo directo que tenía con sus superiores
Recoge múltiples reuniones con los responsables de Empleo, enlas que, según dijo a la juez Alaya, «daba cuenta de todas las ayudas»
SEVILLA- La agenda de un mes –septiembre de 2006– del ex director general de Trabajo y Seguridad Social, Francisco Javier Guerrero, revela que la «trama de los ERE» se desarrolló con normalidad en la Consejería de Empleo. Un repaso a las anotaciones de los 21 días laborables demuestra que intermediarios, empresarios e «intrusos» pasaban con frecuencia por el centro directivo. Así fue durante los nueve años que el principal responsable estuvo en el cargo y que ha motivado su ingreso en prisión en la madrugada del pasado sábado. Lo sorprendente es que en todo el tiempo que estuvo en su puesto ninguno de sus superiores detectara ninguna anomalía. Él mantiene lo contrario: que dio cuenta de todas las ayudas concedidas a los responsables de la Consejería.
El «planning» de trabajo de un mes al que ha tenido acceso este periódico –un documento que aparece entre el «batiburrillo» de expedientes enviados por la Junta, según los calificó la jueza Alaya–, refuerza su versión de que despachaba con frecuencia con el consejero de Empleo y el viceconsejero. Según el ex director general, en estas reuniones les detallaba todas sus actuaciones relacionadas con el «fondo de reptiles»: «Nadie de la Junta puede decir que se haya hecho nada a sus espaldas», dijo el primero de sus tres días de interrogatorio. Algunos apuntes refuerzan esa teoría. Por ejemplo, el lunes 4, la agenda contempla una reunión seguida de almuerzo del Consejo de Dirección, donde el imputado asegura que ponía al día a sus superiores de las ayudas concedidas. El miércoles 13 aparece una nueva reunión de este tipo. Se detalla otro Consejo de Dirección ampliado –donde según su testimonio comparecían los delegados provinciales– el jueves 21 en Granada. En todas, mantiene, informaba de cada una de las ayudas concedidas. En su declaración, el ex director general aseguró que en el caso de las ayudas laborales individuales concedidas informaba «del nombre de estas personas, el tipo de ayuda y las cuantías» porque «no tenía nada que ocultar».
Llama la atención una cita apuntada el jueves 28: «Vice y Garrigues». Una reunión con el viceconsejero de Empleo –en 2006, Agustín Barberá, imputado en la causa– junto al despacho de abogados Garrigues –letrados de este despacho también están imputados–. Según la versión que ofreció Guerrero, el célebre convenio de julio de 2001 que permitió al ente instrumental IFA abonar las ayudas y evitar los controles de la Intervención General contó con el asesoramiento de Garrigues. El ex alto cargo mantiene que esa forma de trabajo se la impusieran los ex consejeros José Antonio Viera y Antonio Fernández y que era conocida por la Consejería de Empleo e incluso por el Consejo de Gobierno.
Entre las anotaciones aparecen varias comidas y reuniones con José González Mata (Uniter) y Antonio Albarracín (Vitalia), los intermediarios en las operaciones que recibieron importantes comisiones y también tendrán que pasar como imputados por los juzgados de Sevilla. Igualmente, se detallan hasta tres encuentros con Juan Lanzas, el «conseguidor» de los ERE. En una de ellas también asiste un ejecutivo de Dhul.
Algunos «intrusos» en los ERE como Antonio Polonio pasaron por el despacho de Javier Guerrero. También lo hizo Cristina Ruiz, gerente de Promi y que acabó «colando» a su padre de forma irregular.
La vinculación con El Pedroso (Sevilla) queda clara: el día de la patrona del pueblo no hay ninguna cita. Empresarios de la zona recibieron más de 50 millones de euros del «fondo de reptiles». Tampoco iba solo: el día 11 hay apuntada una visita a un municipio del entorno (Constantina) junto al consejero.
Seguirá «tirando de la manta»
Permanece privado de libertad desde la noche del viernes, pero no se ha adaptado mal a su situación de reo. Según fuentes próximas al ex director general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, pese a llevar pocos días en el Centro Penitenciario de Sevilla I, se relaciona con el resto de presos del módulo de ingresos con la actitud «dicharachera» que le caracteriza, e incluso «cuenta chistes».
Confirman que no le han aplicado el protocolo «antisuicidio», destinado a los reclusos susceptibles de autolesionarse.
El libro de ingresos de la prisión ya tiene su nombre, pero Guerrero está demostrando ser «genio y figura» hasta entre rejas, explican las mismas fuentes, que no descartan que el ex directivo «tire de la manta» en el futuro, informa N. Acedo.
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