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Obama presiona a los republicanos para que eleven el techo de deuda

El presidente de EE UU, Barack Obama, presionó ayer a los congresistas norteamericanos para que alcancen un acuerdo con el que reducir el déficit y aumentar el techo de deuda del país.

Obama no quiere que se repita un escenario como el que sucedió a la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008
Obama no quiere que se repita un escenario como el que sucedió a la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008larazon

Deben hacerlo antes del próximo 2 de agosto, de lo contrario, el Gobierno tendrá que declarar suspensión de pagos, lo cual traería consecuencias nefastas para la economía de EE UU y del resto de la comunidad internacional. «Vamos a avanzar. Estoy dispuesto a recibir críticas hasta de mi propio partido si voy a conseguir alcanzar un acuerdo (con los republicanos)», indicó el presidente, que, en cualquier caso, prometió que «EE UU siempre ha pagado sus deudas y no dejará de pagarlas ahora».

En todas estas reuniones para aumentar el techo de deuda de 14,3 billones de dólares (10,2 billones de euros al cambio actual), republicanos y demócratas echan sus propias cuentas de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. Ante la propuesta de Obama en la mesa de negociaciones de aumentar el techo de deuda, los conservadores han pedido la reducción del déficit. Los demócratas quieren que se controle no sólo con el recorte del mismo, sino que además quieren incluir la eliminación de algunas exenciones de impuestos a los ricos. Y es ahí donde chocan ambos partidos.

«Tenemos un imperativo moral de lidiar con la deuda y con el déficit, y eso lo hemos escuchado una y otra vez de los republicanos», sostuvo Obama. «Si no es ahora, ¿cuándo?», se preguntó varias veces el presidente. Esta vez no servirá llegar a un acuerdo hora y media antes de la fecha límite para declarar la suspensión de pagos, como sucedió hace unos meses. Wall Street sigue de cerca las negociaciones del Gobierno teniendo en cuenta que, en septiembre de 2008, la Bolsa de Nueva York perdió en menos de un minuto mil millones de dólares (714 millones de euros) tras el rechazo del Congreso del plan de 700.000 millones de dólares (500.000 millones de euros) para rescatar la banca.