Arquitectura

El Hotel Madrid divide a los «indignados»

La «okupación» del edificio fractura al 15-M, que ahora recapacita sobre la mala imagen que puede dar al movimiento

El falso «buen estado del hotel» del que presumían hizo que la asamblea planeada para ayer se trasladara a la plaza Jacinto Benavente.
El falso «buen estado del hotel» del que presumían hizo que la asamblea planeada para ayer se trasladara a la plaza Jacinto Benavente.larazon

MADRID- La unidad que demostraron los «indignados» durante la manifestación del 15-O se ha roto desde que un centenar de ellos decidiera ocupar el Hotel Madrid. Al principio todos parecían estar de acuerdo, ya que se habló de utilizar el edificio para realojar a las familias que habían sido desahuciadas. Incluso en su página web aseguraban que el inmueble estaba en buen estado, que disponía de muchas habitaciones, cocina y electricidad. En Twitter algunos de los «indignados» afirmaban que sólo hacía falta limpiar un poco y darle «una mano de pintura». Pero lo cierto es que el interior del hotel está lleno de polvo, basura, hay agujeros en el techo y en las paredes y faltan tuberías y cableado. Las diferencias empezaron antes de que empezara la asamblea. El domingo acordaron que el hotel fuera la sede de esta reunión pero cuando empezó a llegar la gente les entró el miedo: «No estamos muy seguros de que el suelo pueda aguantar tanto peso», exclamaban. Otros insistían en quedarse, porque ya consideran el inmueble como «suyo». Después de discutir durante un rato, los asistentes decidieron trasladarse a la plaza Jacinto Benavente, pero advertían de que «se bajaran las escaleras con cuidado, porque estaban rotas».

Ya en la calle comenzaron a los turnos de palabra y volvieron las discusiones. Muchos de ellos aseguraban que los que habían «okupado» el hotel no representaban al 15-M, ya que se habían apropiado del edificio sin consultarlo con los demás miembros del movimiento y que «podría desprestigiarles». Otros, sin embargo, defendían esta actuación y proponían convertirlo en «cuartel de invierno», por lo que necesitaban provisiones. Una petición que recibió varias propuestas de «disenso», porque consideran que el inmueble no puede convertirse en una «casa okupa», por lo que cada uno tendría que «ir a comer a su casa, o agenciarse la comida como pueda, pero no pedirla». De hecho se opusieron a la creación de una comisión de alimentación como la que hubo en el campamento de Sol.

Tampoco se llegó a un acuerdo sobre dedicar sus instalaciones a las familias desalojadas de sus casas. Un miembro de la plataforma «Afectados por la hipoteca», defendió esta opción, pero no consiguió un apoyo unánime.

Tras varias horas de asamblea, y como suele ser habitual, no consiguieron llegar a ningún acuerdo, salvo que hoy a las diez de la mañana comenzarían las «labores de rehabilitación» del hotel «porque hay varios destrozos» y que el miércoles se celebraría una nueva reunión monotemática sobre la utilización del inmueble. Algunas de las propuestas que se plantearán serán convertirlo en un colegio, en una «comisaría anticorrupción» o en un centro social donde realizar talleres y conciertos.


EN ASAMBLEA.
El falso «buen estado del hotel» del que presumían hizo que la asamblea planeada para ayer se trasladara a la plaza Jacinto Benavente. Los «indignados» discutieron durante horas sobre el futuro del edificio, pero la falta de consenso hizo que se vuelva a repetir el miércoles