Ciudad del Vaticano
«Es ridículo que los periodistas hablen sólo de los condones»
Nunca en la historia de la Iglesia un Papa se había sometido a una entrevista cara a cara, contestando de manera espontánea a las preguntas del periodista y sin cambiar ninguna de las ideas expresadas libremente durante la conversación. Ese es el valor principal de «Luz del mundo
El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos», el libro que recoge seis horas de diálogo del pasado verano entre Benedicto XVI y el escritor y periodista alemán Peter Seewald, autor de otras dos entrevistas al entonces cardenal Ratzinger que también fueron publicadas como libros, «La sal de la Tierra» y «Dios y el mundo».
Ante un numerosísimo auditorio –la Sala Stampa registraba un lleno absoluto– Seewald explicó ayer en la presentación mundial de «Luz del mundo» que el Papa «no ha realizado ninguna censura», ni antes ni después de la entrevista. «No acordamos las preguntas ni ha cambiado en el texto escrito lo que había dicho hablando. Me limité primero a presentar un borrador del cuestionario y, después, sólo ha habido alguna pequeña corrección». En el texto, aseguró el que ya se ha convertido en biógrafo oficioso de Benedicto XVI, se advierte incluso «el tono de la voz del Papa». «Quise hacerle todas las preguntas que la gente le haría sobre temas que interesan o que mueven a la opinión pública». Seewald lamentó la polémica provocada por las palabras de Benedicto XVI sobre el preservativo. «Es ridículo que los periodistas hablen de esto mientras que en el libro el Papa lanza un mensaje a la humanidad».
El portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, añadió que aunque el Pontífice citaba a un «prostituto» cuando hablaba del uso del preservativo, el Papa se refería también a la prostitución de mujeres y transexuales. En la edición italiana del libro y en la versión de «L'Osservatore Romano» se habla de «cuando una prostituta utiliza un profiláctico».
El arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, subrayó que las palabras del Papa siguen «la doctrina eclesial» y del «Catecismo» y recordó que la Iglesia sólo concibe la sexualidad cuando «está orientada dentro del amor conyugal».
El caso de la pistola sin balas
La doctora Janet Smith, consultora del Pontificio Consejo de la Familia, comparó al prostituido que usa condón con un atracador que usa una pistola sin balas: «su intento de un atraco más seguro puede indicar un paso hacia la comprensión de que robar bancos es inmoral», pero no por eso la Iglesia animará a robar bancos así ni participará en repartos de pistolas trucadas, sino que enseñará que no hay que robar.
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