OPINIÓN: El ciudadano molesta

Farruquito de San Telmo se pone flamenco con unos tíos pesadísimos que se indignan porque, vaya por Dios, se les han anegado las casas media docena de veces en un mes. Ni una palabra de aliento a las víctimas. «Que demanden lo que quieran, que van a cobrar dentro de seis legislaturas. Y agarradme, que todavía se lleva alguno un capón». Hay gente que se mosquea por nada, compañero Pepe, y qué coñazo es la chusma cuando se pone reivindicativa. ¡Maldito populacho que no se conforma siquiera con los programas tan bonitos que les pone Canarsú! Encima, el añito que le queda hasta las elecciones de estrechar manos pringosas en los mercados y de estamparle besos a las viejas. Con lo que desordena una barba la baba octogenaria. Hay quien llama carisma a lo que es simplemente capacidad para la empatía: eso que le falta a los esnobs.