Islamabad
La Policía bloquea la marcha contra la cristiana Asia Bibi
Pese a las fuertes medidas de seguridad, cientos de personas consiguen saltar el cerco y avanzan hacia Lahore.
Las autoridades paquistaníes decretaron ayer fuertes medidas de seguridad en Islamabad y Rawalpindi para impedir la gran marcha «Salvar a Pakistán», organizada por el movimiento Sunni Ittehad Council (SIC). Todos los accesos a la capital fueron bloqueados, mientras que centenares de policías se desplegaron por los puntos estratégicos de la concentración. Desde la jornada del viernes, la Policía ha arrestado a centenares de seguidores de SIC, cerrado varias madrasas y retenido a varios de los líderes islamistas bajo arresto domiciliario, entre ellos, al clérigo Alama Siyad Riaz Hussein Shah.
Un portavoz de la organización islamista, Iqbal Shah, aseguró a LA RAZÓN que «cerca de tres mil militantes» fueron detenidos por agentes de la Policía en toda la provincia del Punjab. Según Sha, «un millar de estudiantes han sido arrestados sólo entre Rawalpindi e Islamabad». Las Fuerzas de Seguridad retuvieron en la estación de tren de Pindi a los viajeros que venían de Karachi para participar en la marcha contra la abolición de la Ley de Blasfemia y protestar por la falta de medidas de seguridad en los lugares sagrados.
En la entrada a la carretera Murre, los agentes impidieron el paso a centenares de vehículos que se dirigían a la tumba de Bari Imam, lugar de partida de la marcha. Pero, pese a las extraordinarias medidas de seguridad, varios centenares de personas consiguieron llegar a las puertas de Bari Imam, a la espera del líder de SIC, Sahibzada Fazal Karim, al que las autoridades permitieron acudir a la cita sólo tras horas de negociación y en convoy escoltado por fuerzas paramilitares especiales. La multitud agitada lo recibió vitoreando. Fazal Karim alentó a los participantes a «defender sus demandas» y a seguir con la marcha pese a la prohibición impuesta por el Gobierno. «El 90% de los paquistaníes somos suníes. Si el Gobierno no nos escucha, no escucha a su pueblo», advirtió.
El ambiente comenzó a caldearse y los manifestantes coreaban consignas como «nosotros creamos Pakistán y nosotros salvaremos a Pakistán» o «No permitiremos que se cambien las leyes que protegen a nuestro profeta». Incluso un vecino del sur del Punjab amenazó con quitarse la vida y matar a sus hijos si se reforma la Ley o se concede el insulto a Asia Bibi. «Seré el primero en sacrificar mi vida y la de mis hijos si Zardari le perdona la vida», aseguró Muhamed Hayyad, mientras sujetaba una fotografía de su hijo pequeño, empuñando un Kalashnikov.
Muchos de los seguidores de SIC se concentraron en el puente de Faizabad, entrada a Islamabad, al no poder avanzar. Desde allí esperaron a sus líderes para continuar por carretera hacia Rawalpindi y Lahore. Los microbuses de manifestantes estacionaron en la misma carretera, bloqueando el tráfico durante la jornada. Finalmente, las autoridades cedieron a la presión de los manifestantes y se levantó la prohibición a última hora de la tarde. Casi un millar de seguidores se dirigieron a Rawalpini. Durante el recorrido se registraron enfrentamientos entre las Fuerzas de Seguridad y los manifestantes. Los agitadores levantaron barricadas y quemaron contenedores en el puente Sawan, y más de una docena de protestantes y varios policías resultaron heridos. Se prevé que la caravana llegue hoy al mediodía a Lahore, donde serán recibidos por otros grupos islamistas en el santuario sufí de Data Darbar, donde medio centenar de personas murieron en un atentado el pasado julio.
Doce detenidos por el asalto a la iglesia iraquí
Las Fuerzas de Seguridad iraquíes han detenido a la presunta célula de Al Qaida que atentó en octubre contra la iglesia de Nuestra Señora del Socorro en Bagdad, matando a 58 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños. Según daba a conocer ayer el canal Al Iraqiya, hay un total de doce detenidos y entre ellos se encontraría el jefe militar de Al Qaida en la capital iraquí, capturado el pasado miércoles en una redada al oeste de la ciudad. Los cuerpos de seguridad hallaron cinco laboratorios usados para fabricar bombas y se incautaron de seis toneladas de material explosivo, así como de gases tóxicos, indicó el jefe de Asuntos Internos del Ministerio del Interior iraquí a la cadena. También aseguró que los doce detenidos habían confesado su participación en el asalto al Banco Central iraquí, entre otros ataques.
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