Barcelona
Igualados en todo por Julián García Candau
No ha cambiado la clasificación. No aumentó la diferencia a once puntos ni tampoco quedó reducida a cinco como pudo haber ocurrido. Barcelona y Madrid empataron a goles, en disparos a los palos y en juego de ataque, con la diferencia de que los madridistas se defendieron mejor. En el Madrid, hacia el final, como es costumbre en la casa, Mourinho decidió defender el empate y suplió a Di María por Essien. Ambos equipos tuvieron la virtud de mantener las emociones hasta el final. Messi y Cristiano también empataron a dos goles cada uno.
Los goles en los Barça-Madrid son directos al mentón. Dio primero Cristiano y el Barça quedó unos minutos agarrándose a la cintura del contrario para no perder la vertical. Marcó Messi y este zurdazo al mentón barcelonista causó en el Madrid el mismo efecto que había padecido el Barça. El Madrid salió con la lección propia de su entrenador. Presión arriba para impedir la salida de balón de los barcelonistas y ataques a la contra para aprovechar la velocidad de sus mejores atacantes. El equipo barcelonés, ante esta perspectiva, recurrió al plan B, que nunca había ejercido con Guardiola. Ante la presión, balones largos. Este sistema no se ajusta al fútbol azulgrana de los últimos años.
El juego azulgrana no se pareció a su imagen. El Madrid sí ejerció de «Madrid marca Mourinho». El Barça ofreció vulnerabilidad defensiva. A las bajas de Puyol y Piqué hubo que añadir la lesión de Alves. Montoya mejoró al brasileño, que no había estado muy fino desde el comienzo.
En la primera parte, el Madrid tuvo la oportunidad de matar el encuentro, pero Benzemá disparó al palo. También lo hizo Montoya en los últimos instantes. Igualdad en todo. Mejor para el Madrid.
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