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Carabanchel

«27-N 29 años 29 puñaladas»

Ayer se cumplieron dos años del asesinato del joven Juanjo Sopuertas. Su familia pidió en una manifestación el endurecimiento de las penas

Imagen de uno de los carteles distribuidos por el centro de Madrid pidiendo justicia para Juanjo Sopuertas
Imagen de uno de los carteles distribuidos por el centro de Madrid pidiendo justicia para Juanjo Sopuertaslarazon

madrid- «A Juanjo le dieron 29 puñaladas, por si fueran pocas a los dos meses y medio la Audiencia Provincial, que es muy justa, decidió soltar a su asesino por 20.000 euros», explicó su madre con rabia, Asunción Fernández del Prado. Ayer tuvo lugar la tercera manifestación por el asesinato de Juan José Sopuertas Fernández, para exigir que se modifiquen las condenas y endurezcan las leyes referidas a asesinatos, violaciones, pederastia y homicidios. La marcha estuvo encanbezada por la madre de la víctima, su padre, José Sopuertas, la madre de Sandra Palo, Marimar Bermúdez, y el hermano de Juanjo. Además, decenas de personas quisieron acompañarlos y apoyar a la familia en un día tan triste, en el que se cumplían dos años de su asesinato.
«Si nuestros hijos han tenido que ser cabeza de turco para que se modificque la ley, que sean, ya no nos queda nada más», dijeron ambas madres. El recorrido se inició en Preciados, pasando por Sol y Arenal, para terminar en el Palacio de Oriente. Lo que más duele a esta familia de Carabanchel es que el asesino ande suelto, y todo, porque debió prometer al juez que no había riesgo de fuga, ya que tiene familia y un trabajo. Por si fuera poco, todavía no se sabe si habrá juicio, y de haberlo, la resolución saldría de un jurado popular. El caso está protagonizado por el asesino confeso del crimen, Pedro, y su pareja e imputado, Edu. La familia cree que como mucho podrían condenarle por homicidio a 7 u 8 años, y no por lo que realmente es, un asesinato salvaje. Sorprende la implicación y cercanía de los manifestantes, que no dejaron de dar señas de cariño a la familia y de condenar la barbarie. « Jueces, fiscales, vosotros sois culpables», gritaba una de las manifestantes.
Los familiares y amigos de Juanjo no creen en la versión oficial, consideran que se está ocultando información y que no se ha investigado lo suficiente. La familia reconoce sentirse abandonada por los políticos, por la Justicia y por todo el mundo. «Nos han abandonado todos, sólo nos quedáis vosotros y por ello seguiremos en nuestra lucha», agradeció entre lágrimas el padre, al fin de la manifestación. La emoción pudo con Jose, quien aseguró no creer en la política ni en la justicia de este país. Los convocantes de la marcha están recogiendo firmas en su página web (www.juanjosesopuertasfernandez.com) para solicitar al Gobierno y a los partidos políticos una reforma urgente del Código Penal.


Un sueño roto: montar una peluquería
Como todos los jóvenes, Juanjo tenía una ilusión: montar su propia peluquería, y su sueño estaba a punto de hacerse realidad. Un amigo de la familia estaba a punto de jubilarse y él sería quien se hiciera cargo del negocio. Con sólo 16 años empezó a cortar el pelo a los amigos y pronto se sacó el título que le permitió trabajar en prestigiosas peluquerías de Madrid. El último año y medio había trabajado como celador en la Fundación Jiménez-Díaz. Los que tuvieron la suerte de conocerle aseguran que era una persona trabajadora, alegre, amigo de sus amigos y, lo más importante: «era un chico bondadoso». Un día un asesino con nombre y apellidos se cruzó en su camino e hizo que sus sueños fueran eso, sueños.