Actualidad

Cayetano en busca del perdón

Se reúne de nuevo con los jornaleros para acercar posturas

Cayetano en busca del perdón
Cayetano en busca del perdónlarazon

El conde de Salvatierra continúa en su empeño de firmar la paz con los jornaleros andaluces después de sus declaraciones en el programa «Salvados», de La Sexta, donde aseguró que estaba en contra de los subsidios a los trabajadores de la tierra y que los andaluces «tienen pocas ganas de trabajar». Ahora, y dado el revuelo que ocasionaron sus comentarios, asegura que tiene «voluntad absoluta de colaboración con todos ellos porque compartimos muchos intereses».

Si hace dos meses, en una primera reunión con los representantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), se comprometió a seguirlos de cerca, ayer dio un nuevo paso en este sentido. Acudió a la cooperativa agroindustrial que el SAT gestiona en la localidad sevillana de Marinaleda, a una almazara de la finca El Humoso y a un campo de cultivo de alcachofas. «Ha sido una jornada muy enriquecedora, he aprendido mucho, pero todavía queda camino por recorrer», aseguró Cayetano, quien añadió que su objetivo prioritario es encontrar la manera de generar trabajo en el campo con iniciativas como la escuela de capacitación agraria que tiene previsto crear.

Necesidades comunes
Lo que quieren conseguir los trabajadores del campo es que el terrateniente conozca de cerca cómo es su trabajo, en qué condiciones lo realizan y que así comprenda sus necesidades. De manera que el conde tomó nota y mostró interés por sus proyectos cooperativos: comprobó cómo funciona el sistema de recolección y tratamiento de la aceituna y la alcachofa y su posterior proceso de comercialización. Aunque, a pesar de que ambos bandos están intentando limar asperezas, el hijo de la Duquesa de Alba sacó su carácter para defender la propiedad privada ante la posibilidad de dejar una de sus fincas a los jornaleros, como reclaman. «La Casa de Alba tiene las mismas necesidades que los jornaleros andaluces», dijo. Sobre la nueva cara que muestra ante los jornaleros, el aristócrata volvió a justificar las palabras que originaron el conflicto y que obligaron a Cayetana a mostrar su cercanía con el pueblo andaluz, y afirmó que poco a poco «todos se están dando cuenta de que no soy la persona que pensaban» y que este esfuerzo para hacerse entender no tiene nada que ver con llevar a cabo un lavado de imagen ni fomentar una buena publicidad de su linaje.