El plan de ajuste acerca al PP como aliado preferente

Barcelona- «Tenemos puntos de discrepancia en cuanto a algunas medidas anunciadas, pero manifestamos nuestra satisfacción por lo escuchado y, sobre todo, nos ofrecemos a mantener una relación de responsabilidad». Es la valoración que el portavoz parlamentario del PP, Enric Millo, realizó ayer después de que el president revolucionara la escena catalana al anunciar el nuevo plan de ajuste que quiere aplicar el próximo año para cumplir el próximo año con el déficit del 1,3%. Los populares son los que tienen que sacar a España de la crisis y consideran que el plan de Artur Mas tiene los mismos objetivos. «Sólo podemos salir de esta grave situación si sumamos esfuerzos y si lo hacemos juntos, si España y Cataluña trabajan conjuntamente», añadió Millo.

El PP catalán estudiará con lupa las propuestas porque hay algunas que no son de su agrado, y tampoco quiere renunciar a las suyas. Para que el president pudiera aprobar las cuentas de 2011, Alicia Sánchez-Camacho puso una serie de condiciones y algunas, como la supresión de «embajadas» y una reducción significativa de empresas públicas, todavía no se han cumplido. Con la apabullante mayoría absoluta lograda el domingo, los populares están dispuestos a negociar los presupuestos de 2012 porque para que España salga de la crisis es necesario que las Comunidades Autónomas cumplan. El PP no es partidario de subir impuestos, pero ayer no cerró la puerta a aceptar modificaciones en algunos casos, como las matrículas universitarias o la gasolina.

Esta posición pone como socio preferente de Mas al PP, ya que el resto de formaciones rechazaron el plan de ajuste. El PSC dio un no y ERC, pese a su oferta de apoyar al Govern, dijo que «CiU se está deshaciendo del corsé que llevaba y vuelve a coger las tijeras». ICV, Solidaritat y Ciutadans también rechazaron el plan de ajuste.
 

Los sindicatos rechazan los recortes
Como era de esperar, los sindicatos rechazaron ayer el nuevo plan de ajuste del Govern. UGT criticó la nueva bajada de las retribuciones a los empleados públicos porque tienen un doble descenso retributivo, el estatal del 5 por ciento y el de la Generalitat, por lo que anunció que la rechazará en la mesa de negociación. Tampoco comparte aumentar las tasas porque va a perjudicar a las rentas más bajas. En términos similares se expresó CC OO, que acusó al Govern de «falta de ética democrática». Por su parte, la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad dijo que Mas introduce el «copago encubierto», lo que afectará a los enfermos crónicos y las personas que están en paro.