Huesos de cadáver en niños

Una nueva técnica de cuna española promete revolucionar los tratamientos en niños que, por un tumor maligno de hueso o un accidente con fractura pierden un segmento de hueso grande –entre 15 y 20 centímetros–. El proceso se publica la revista «Journal of Pediatric Orthopedics» y consiste en integrar grandes injertos de hueso de cadáver mediante un trasplante microquirúrgico de vasos sanguíneos en los pequeños.

El tratamiento clásico consiste en realizar un injerto de hueso cadáver sin más acompañamiento, lo que impedía la integración del tejido muerto y provocaba infecciones en un 20 por ciento de los casos, y fracturas, en un 30 por ciento. Pero, gracias a esta técnica (iniciada en 2008 y con la que se han operado 15 menores, de 4 a 17 años), ha cambiado la forma de reconstruir el hueso. Lo asegura Francisco Soldado, responsable de Cirugía de la Mano y Microcirugía Pediátrica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona que ha llevado a cabo esta novedad quirúrgica. Lo que se hace es revestir con el periostio (envoltura de vasos vasculares del peroné) del propio paciente el nuevo hueso injertado, uniendo con microcirugía las venas y arterias de la pierna con suturas de 1 y 1,5 milímetros. El riego de la sangre que nutre las células madre permite la integración normal del nuevo hueso en unos cinco meses y «sin prácticamente ninguna complicación».
Soldado matiza que «antes lo colocabas y no era resistente y los niños debían llevar muletas».
Con la nueva fórmula se revitaliza el hueso y se fortalece, lo que cambia de una forma significativa la calidad de vida», explicó el experto.