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La Campanario a Oporto a estudiar por Miguel Temprano

La Razón
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Hoy me gustaría hablar de dos tipos de mujeres. Unas son las «FEDEPE», aquellas que pertenecen a la Asociación de Mujeres Directivas, Empresarias y Profesionales Españolas. El jueves premiaron, entre otros, a «Espejo Público» por defender y fomentar la labor y la presencia de la mujer en la vida empresarial de nuestro país. Lástima que algunas de las mujeres luchadoras tengan que hablar de otras que prefieren el camino más corto para llegar a lo más alto. He aquí el segundo tipo: María José Campanario. La mujer de Jesulín se ha marchado a estudiar a Oporto porque en España no encuentra universidad. Nadie la quiere. Tendrá que ponerse a «falar» portugués para poder sacar una muela (hay que echarle un par para ponerse en manos de la Campa), pero ella ha encontrado un buen apoyo en su marido y va a por el título aunque sea en portugués. Parece que en España no se han olvidado de su condena por intentar conseguir una pensión de invalidez total para su madre. Así que se irá a estudiar a más de 1.500 km de su país, pagará 6.000 de matrícula y curso por año, 2.000 por uno intensivo de portugués, 600 por un apartamento/hotel una semana al mes, 300 para su manutención, gasolina, peajes... por todo este dinero le merecería más la pena comprarlo en República Dominicana. Para la futura protésica dental «estudiar en portugués es un aliciente. La ventaja es que hablo catalán y hay palabras que son muy parecidas», dice. Pero si el que se parece al portugués es el gallego. Por cierto, en el «robado-posado» de «Diez Minutos» está guay: super maquillada, con el pelo alisado, estilismo de Carrefour, y un portadocumentos vacío... Y, por supuesto, la entrevista a cargo de tu periodista de cabecera». Mariajo, ¿a quién quieres engañar…? Lo que no fue un engaño sino una labor encomiable fue la que realizaron la Policía Nacional, la Municipal, el SAMUR, el 112 y los Bomberos de Madrid la pasada madrugada del lunes cuando evacuaron el edificio donde resido. Siempre os estaré agradecido.