Navarra

Barcina y la austeridad

La Razón
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La presidenta navarra, Yolanda Barcina, es un ejemplo de eficacia, coherencia y credibilidad que refleja fielmente lo que debería ser la gestión pública en las autonomías. Navarra es una comunidad foral donde las empresas tienen una gran potencia exportadora. A diferencia de otros territorios, no tiene oficinas en el exterior, como explicó ayer Barcina en una entrevista con Buruaga en la Cope, sino que utilizan las embajadas. Es algo de sentido común, pero desgraciadamente no ha sido el más común de los sentidos en las autonomías. La alegría en el gasto ha conducido a un despilfarro galopante que se comprueba en la proliferación de instalaciones inútiles a mayor gloria de presidentes o alcaldes. Las «embajadas» autonómicas han sido otro signo de ese despropósito colectivo que necesita corregirse con la mayor urgencia. Una de las ventajas que contará Rajoy al frente del Gobierno será, precisamente, que su partido gobierna la mayor parte de autonomías y grandes municipios. Navarra, al igual que Madrid, es un buen ejemplo a seguir.