El Museo Dalí presenta el boceto de «La miel es más dulce que la sangre»

A falta de la obra original, al menos se conserva el estudio preparatorio de unos de los cuadros más importantes de lo que el crítico de arte Rafael Santos Torroella denominó «época lorquiana» de Salvador Dalí. La fundación que lleva el nombre del artista ampurdanés presentó ayer esta obra, su última adquisición, comprada este año en una subasta en Christie's.

La composición se titula «La miel es más dulce que la sangre», una frase que el pintor tomó prestada de su influyente amiga Lidia Nogués, también conocida como Lidia de Cadaqués. El cuadro que ahora conserva el Teatro-Museo Dalí fue pintado en 1927, en el momento en el que se había hecho más fuerte la amistad del pintor con el poeta Federico García Lorca. En este sentido, en el cuadro aparece un rostro que podría ser el del autor granadino, algo que parece evidente en la versión definitiva de la obra.

del artista en esos años. Una de ellas es el burro podrido, que poco después tomará su protagonismo en «Un perro andaluz», la película que Dalí escribió con su amigo Luis Buñuel. El animal era una manera de aludir sarcásticamente al protagonista de «Platero y yo» de Juan Ramón Jiménez, escritor alejado de la estética daliniana. También hay referencias a otros elementos de la iconografía del pintor como las agujas o los cuerpos con amputaciones.

Lo que no ha podido aclarar la Fundación Gala-Salvador Dalí es el paradero de la obra acabada que se ha buscado durante décadas inútilmente. Algunos han apuntado que la pieza fue posesión de una de las mejores amigas del ampurdanés, la diseñadora Coco Chanel. Otros la han situado en las colecciones del marqués de Cuevas, uno de los mecenas de Dalí en los años 40. Tal vez ahora podría volver a ver la luz tras esta presentación.