El Papa recuerda que la «muerte espiritual» amenaza al hombre

En una mañana de nubes en el Vaticano durante este quinto domingo de Cuaresma, el Pontífice dedicó el rezo desde su balcón de la Plaza de San Pedro a la muerte y la resurrección.

"Existe otra muerte, que le ha costado a Cristo la lucha más dura, incluso el precio de la cruz: es la muerte espiritual, el pecado, que amenaza con arruinar la existencia de todos los hombres", dijo Benedicto XVI.

"Para derrotar a esta muerte, Cristo murió y su resurrección no suponer el retorno a la vida anterior, sino la apertura de una realidad nueva, una 'nueva tierra', unida finalmente al Cielo de Dios", agregó.

El Papa reconoció que, también entre los cristianos, "la fe en la resurrección y en la vida eterna viene acompañada, no en pocas ocasiones, de muchas dudas, de mucha confusión, porque se trata de una realidad que traspasa los límites de nuestra razón y requiere un acto de fe".

Ya en castellano, el Pontífice saludó a los fieles de lengua hispana congregados en la Plaza de San Pedro, en particular a los de varias parroquias de la diócesis de Tenerife (España) y a los profesores y alumnos de institutos de Arganda del Rey y Fuensalida, en la provincia de Toledo (España).

"En estos días, y ante la proximidad del comienzo de la Semana Santa, pidamos a la Virgen María que nos ayude en nuestro camino de preparación espiritual, para que, a través de la oración, las obras de caridad y la penitencia cuaresmal, podamos participar con fruto de la Pascua de aquél, que es la resurrección y la vida", les dijo Papa.

Coincidiendo con el primer aniversario del accidente de aviación en que perdió la vida el entonces presidente de Polonia Lech Kaczynski, Benedicto XVI tuvo también unas palabras de recuerdo para el pueblo polaco y los fallecidos en la catástrofe.

"Me uno a vosotros en este particular rezo de vuestra nación. Cristo, que es nuestra vida y resurrección, los acoja en su gloria y os conforte en esta dolorosa experiencia", concluyó.