Alemania quiere fichar a jóvenes españoles como aprendices

STUTTGART- Más de la mitad de los jóvenes menores de 25 años que quieren trabajar en España no pueden. Por eso no es de extrañar que el Gobierno trate de buscar una salida para una de las generaciones mejor formadas de la historia de nuestro país, que sin embargo no consigue escapar de la lacra del paro. Y la solución, al menos en parte, podría estar en Alemania. La llamada locomotora de Europa, incapaz por sí misma de cubrir las demandas de su mercado laboral, necesita urgentemente especialistas, vengan de donde vengan.

De ahí la reunión que mantuvo ayer el ministro de Educación, José Ignacio Wert, con su homóloga alemana, Annette Schavan, con el objetivo de intercambiar buenas prácticas y metodología en materia de Formación Profesional, informa Efe. «Los jóvenes españoles deben contar con una oportunidad en Alemania», dijo Schavan en la televisión pública germana poco antes de reunirse con Wert en Stuttgart. Allí, los ministros de ambos países firmaron un memorando de colaboración que permita a España introducir el sistema de Formación Profesional dual que funciona en Alemania, y que combina los estudios con el aprendizaje directo en las empresas.

En Alemania, seis de cada diez jóvenes optan por la FP, mientras que en España sólo lo hace el 32 por ciento. No obstante, en el sistema alemán los aprendices reciben 300 euros mensuales durante un año como mínimo, y tienen cubiertos los costes de Seguridad Social –unos 120 euros–, los gastos de comida, desplazamiento y formación.

Wert ya reconoció la noche anterior a su llegada a Alemania las dificultades de esta tarea. «Hay que hacer un enorme esfuerzo de adaptación, porque ni la estructura económica, ni la empresarial, ni el tamaño de las empresas son similares en España y en Alemania». De hecho, el acuerdo de tres años por el que se recoge la disponibilidad de ambos países para favorecer el contacto entre profesionales y responsables educativos está supeditado a que «las condiciones financieras lo permitan». Durante la visita que Wert realizó al centro de formación profesional del fabricante Mercedes Benz en Stuttgart –ciudad con sólo un 2 por ciento de paro juvenil–, el ministro negó que la llamada «fuga de cerebros» de jóvenes españoles hacia países como Alemania sea «un fenómeno negativo», pues supone «un desafío para el país, que es el tener que crear esas oportunidades que hagan atractivo volver a quienes se han marchado fuera».