Cataluña

Empieza la guerra sucia

La Razón
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No hay campaña electoral que no se vea ennegrecida por la guerra sucia. Ocurrió en las pasadas europeas y en las gallegas, en las vascas y en las generales. El caso del lino era guerra sucia que luego quedó en nada, igual que lo fue el Gürtel y el Gal. Hay auténticos especialistas en salpicar campañas con asuntos turbios que invariablemente perjudican al oponente electoral. Lo que ocurre ahora en Cataluña es una muestra más de lo mismo, si bien hay un fondo de realidad completamente inquietante, que asusta a cualquier ciudadano de bien. El expolio del Palau es un auténtico escándalo con mayúsculas que debe ser esclarecido de principio a fin. Si hay financiación ilegal de partidos de por medio el tema es más grave aún de lo que parece, pues estaríamos ante un caso calculado y controlado de latrocinio desde las instituciones. Lo que es llamativo es que toda la implicación partidista salga justamente ahora, en plena campaña, cuando parece inalcanzable la ventaja del partido que previsiblemente ganará, en este caso la coalición Convergencia i Unió. Que sea la Fiscalía, dependiente del Gobierno, quien está llevando la iniciativa de acusación contra CiU no deja de ser igualmente sospechoso. Lo que ocurrió con el saqueo del Palau en Cataluña es de juzgado de guardia y ha de esclarecerse hasta el final. Pero llama la atención que estalle ahora, en pleno proceso electoral.